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Washington, 8 ago (RHC) Un gran revuelo político causó este martes en Estados Unidos el allanamiento por parte del Buró Federal de Investigaciones -FBI-, a la mansión Mar-a-Lago, residencia del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) en Florida.
El operativo, realizado la víspera en busca de material oficial clasificado, provocó una rápida condena por parte de algunos republicanos, que respaldaron el mensaje de Trump de que el Departamento de Justicia era utilizado en contra del exmandatario.
Uno de ellos fue el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien describió la redada como «otra escalada en el uso de agencias federales en contra de los oponentes políticos del régimen», en referencia a la actual administración del demócrata Joe Biden, y tachó a Estados Unidos de “república bananera”.
El diario The New York Times se pregunta si la redada podría impedirle legalmente al exgobernante volver a ser presidente si decide presentarse a las elecciones de 2024, pues cualquier condena bajo una ley penal incluye la inhabilitación para ocupar cualquier cargo federal.
El Departamento de Justicia no comentó la acción, pero por su naturaleza, la orden significa que se lleva a cabo una investigación criminal.
La búsqueda del FBI se produce mientras el antiguo jefe de la Casa Blanca está bajo escrutinio en otra serie de pesquisas relacionadas con sus negocios y también con los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio en su afán por mantenerse en el poder a pesar de su derrota en las urnas.
Los agentes entraron a Mar-a-Lago luego de obtener una orden de registro de un juez federal y la acción aparentemente responde al hecho de que Trump no entregó algunos registros presidenciales al final de su mandato, sino que los llevó a su casa en Florida.
Según las autoridades, el magnate se llevó cajas con material sujeto a la Ley de Registros Presidenciales, la cual exige que todos los documentos relacionados con asuntos oficiales se entreguen a los archivos.
Trump -quien no estaba en ese momento en la mansión ubicada en el condado de Palm Beach- intentó revertir la situación a su favor y se quejó de que los agentes registraron su propiedad e “incluso irrumpieron en la caja fuerte”.
Los republicanos presionan ahora al Departamento de Justicia (DOJ) para que explique las razones del allanamiento y algunos, como los representantes Elise Stefanik, Jim Jordan y hasta el líder de la minoría en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, criticaron la búsqueda por supuestamente tener motivaciones políticas.
Paralelamente, la cadena CNN detectó que a raíz de la acción del FBI en Mar-a-Lago en las redes aumentaron los mensajes violentos, con llamamientos a asesinar al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y al juez que firmó la orden de búsqueda.
En general el allanamiento provocó un alboroto nacional, por un lado existen quiénes consideran que Trump podría utilizar el hecho para avivar su probable candidatura en 2024 y por otro aquellos defensores de la máxima de que ni siquiera un presidente está por encima de la ley.
A pesar del revuelo político y mediático quedan pendientes cuestiones como ¿qué buscaba exactamente el FBI?, ¿qué interés tenía Trump en documentos específicos?, ¿por qué mantenerlos fuera de los Archivos Nacionales?
Hasta ahora las investigaciones políticas que amenazan Trump no disminuyeron su atractivo para sus simpatizantes y este operativo podría impulsarlo para 2024 con una campaña presentada como politizada e injusta, aun cuando muchos afirman que si el FBI actuó con una orden judicial es porque tienen motivos probables para creerlo autor de algún delito. (Fuente: Prensa Latina).