Lluvias alivian calor, pero dejan miles de evacuados en China. Foto: Prensa Latina
Beijing, 29 ago (RHC) La provincia china de Sichuan, en el suroccidente de China, reporta más de 46 mil evacuados y se encuentra en alerta para atender desastres derivados de los aguaceros.
Gran parte de esa urbe desde el viernes recibe las ansiadas precipitaciones, pero su intensidad junto a los vendavales y tormentas eléctricas elevaron la posibilidad de inundaciones, torrentes de montaña y deslaves.
De forma preventiva las autoridades locales procedieron con las evacuaciones en siete ciudades y prefecturas que registraron entre 100 y 200 milímetros de lluvias porque se prevén cambios drásticos en las condiciones hidrográficas de los ríos, secos hasta hace pocos días.
Un aviso oficial ordenó mantener la vigilancia en áreas escénicas, represas, canales, obras en construcción y otros sitios propensos a las inundaciones, mientras llamó a la población a extremar la autoprotección y evitar actividades peligrosas para la vida.
Aparte de Sichuan, volvió a llover en la municipalidad de Chongqing y en otras provincias de China gracias a la reciente siembra de nubes, realizada para aliviar la sequía que extinguió múltiples ríos del país y redujo a mínimos históricos los niveles del agua en sus dos principales lagos.
Pero el centro meteorológico nacional urgió máxima precaución porque se esperan al menos 10 días consecutivos de aguaceros con volúmenes por encima de lo normal y la resequedad de los suelos en las pendientes impedirá la rápida absorción.
Incluso el Gobierno decretó distintos grados de alerta para responder a contingencias en Sichuan, Chongqing, Yunnan, Shaanxi y Gansu, y al mismo tiempo exigió una gestión eficiente de los recursos hidráulicos frente a persistente sequía en zonas de Jiangsu, Anhui, Henan, Hubei, Zhejiang, Fujian, Jiangxi, Hunan, Guizhou y el Tíbet.
La ausencia de precipitaciones secó muchos ríos en China y en algunas secciones del Yangtsé -el más largo del del país- el agua descendió más de 17 metros, hay una fuerte evaporación y quedaron al descubierto las piedras del fondo y hasta estatuas budistas de 600 años de antigüedad.
Tal situación obstaculiza el suministro del preciado líquido a millones de personas y además constituye un golpe para la agricultura, pues esos territorios son algunos de los principales productores de alimentos aquí.
Cifras oficiales indican que el gigante asiático experimenta su verano más cálido desde 1961 con amenaza al rendimiento de las cosechas de otoño, la crianza de ganado y la estabilidad del sistema electro-energético. (Fuente: Prensa Latina)