Panamá recibió de EEUU una aeronave de patrullaje marítimo valorada en 12,6 millones de dólares. (Foto:PL)
Ciudad de Panamá, 17 oct (RHC) La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, arribó este lunes a Panamá para evaluar asuntos de cooperación en materia de seguridad.
En menos de cuatro meses, se trata de la segunda visita al istmo de la alta oficial del Pentágono, estadía repudiada por organizaciones sociales y que no fue anunciada ni por el Ejecutivo ni por la cancillería.
En su primera actividad de la agenda, la general entregó al presidente de República, Laurentino Cortizo, las llaves de una aeronave de patrullaje marítimo, del tipo King Air 250, asignada al Servicio Nacional Aeronaval (Senan).
En la ceremonia, a la que también asistió el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, se conoció que la aeronave, valorada en 12,6 millones de dólares, será utilizada para reforzar la vigilancia marítima, búsqueda, rastreo y desmantelamiento de organizaciones criminales.
También estará destinada para el traslado de ayuda humanitaria, protección de recursos naturales y combate de la pesca ilegal, siempre, según fuentes oficiales.
Cortizo manifestó que la aeronave fortalecerá los operativos antinarcóticos en una ofensiva contra ese flagelo que en lo que va de año sobresale por la cantidad de sustancias ilícitas incautadas, más de 90 toneladas, de acuerdo con estadísticas oficiales,.
Laura Richardson participará en el llamado Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre Panamá y Estados Unidos, que se celebra también este lunes.
Su permanencia en Panamá tiene lugar en medio de un auge preocupante de la migración irregular que utiliza como ruta de tránsito la selva de Darién con destino al norteño país.
La víspera, la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, solicitó asistencia económica a Washington -como hacen con otros países-, y argumentó que en lo que va de año cerca de 190 mil personas llegaron al istmo para cruzar la frontera natural con Colombia.
El gobierno panameño recibe a los viajeros en estaciones de recepción cerca de Costa Rica, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo que ocasiona millonarios gastos al Estado, afirman las autoridades. (Fuente:PL)