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Tel Aviv, 1 nov (RHC) Unos 12 mil centros electorales abrieron este martes en Israel para escoger a la próxima Knesset (Parlamento), unos comicios polarizados en torno al ex primer ministro Benjamin Netanyahu, quien gobernó 15 años a este país.
En las quintas elecciones desde abril de 2019, más de 6,7 millones de israelíes están convocados a las urnas en un proceso marcado por el auge de la extrema derecha y los intentos de los pequeños partidos árabes de movilizar el voto de esa minoría, que suma el 21 por ciento de la población nacional.
La mayoría de los centros electorales abrieron a las 07:00, hora local, y cerrarán a las 22:00. El poder lo disputan el bloque opositor de derecha, que encabeza Netanyahu, y una variopinta coalición que respalda al primer ministro interino Yair Lapid, cuyo único punto en común es derrotar al primero.
Esta última alianza incluye a partidos conservadores, de izquierda, centro e islamistas.
Todas las encuestas predicen una cerrada lucha por alcanzar la mayoría parlamentaria (61 de los 120 escaños de la Knesset), aunque la oposición tiene ligera ventaja.
Ya varios políticos ejercieron el sufragio, entre ellos Lapid, quien convocó a la ciudadanía a participar.
También votó el diputado ultraconservador Itamar ben Gvir, en medio de crecientes temores nacionales y regionales sobre el auge de los sectores más reaccionarios el país.
Diversos medios de prensa alertaron en los últimos días sobre el peligro que representa incluir a Ben Gvir en un futuro gabinete por sus posturas racistas y xenófobas.
El parlamentario reclamó para sí el cargo de ministro de Seguridad Pública si gana Netanyahu, quien ante la necesidad de votos se mostró dispuesto a sumarlo a su equipo de trabajo.
Aunque es mayoría, la derecha israelí está dividida en torno a Bibi, como es conocido Netanyahu, quien enfrenta tres casos judiciales por soborno, fraude y abuso de confianza.
Los dirigentes de las formaciones derechistas Israel Beitenu y Unidad Nacional, los ministros de Finanzas y de Defensa Avigdor Liberman y Benny Gantz, respectivamente, prefirieron unir fuerzas con agrupaciones de otras ideologías a participar en un eventual Gobierno de Netanyahu, debido a las diferencias entre ellos. Según la televisora pública Kan, los comicios costarán más de 2,6 mil millones de séqueles (unos 734 millones de dólares). (Fuente/PL)