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Ciudad de México, 11 dic (RHC) La destitución del expresidente Pedro Castillo es consecuencia de la desesperación global de la derecha por el avance progresista en su propio campo, y Perú no escapa a ese síndrome, opinaron este domingo en México.
Comentaristas y analistas políticos concuerdan con el presidente Andrés Manuel López Obrador quien juzga duramente a los golpistas, señala que detrás de ellos están los ultraconservadores como Mario Vargas Llosa y políticos o intelectuales orgánicos conservadores.
El mandatario reiteró que, a pesar de ello, como ya informó el canciller Marcelo Ebrard, el gobierno de México sigue procesando la petición de asilo del depuesto presidente de Perú, y rechazó que eso sea una posición de intervencionismo sobre la situación política peruana.
López Obrador afirmó que está opinando, nada más, allá van a resolver ellos, pero aseguró que lo actuado contra Castillo sí es violatorio lo que se está haciendo de la democracia, porque si lo eligió el pueblo peruano por qué lo van a quitar.
Consideró que ellos tienen que resolver este asunto, pero creo que se extralimitaron, manifestó el mandatario durante la gira de este fin de semana por Nuevo León, luego de que anteayer la cancillería de Perú lo acusó de intervenir en “asuntos internos” por su desacuerdo con el golpe.
El mandatario mexicano denunció que detrás de la destitución de Castillo hay conservadores que nunca lo aceptaron como presidente, como el escribidor Vargas Llosa y políticos e intelectuales orgánicos del conservadurismo.
“¿Por qué no les gusta Castillo? Porque es un maestro de un pueblo de la sierra de Perú, no es un fifí, entonces nunca lo han aceptado, porque a ellos les gusta la democracia cuando les conviene, pero en la democracia todos contamos lo mismo, todos somos iguales, además no hay razas, eso no existe y no debe haber racismo, ni clasismo, sino humanismo”, indicó.
El canciller Ebrard explicó que el gobierno de México está procesando la petición de asilo de Castillo, y también rechazó que la administración haya adoptado una posición de intervencionismo. Durante un encuentro con periodistas en Monterrey, señaló que México contestará mediante su embajador en Lima a los señalamientos del gobierno peruano, pero sostuvo: “No, esto es un apego a la tradición diplomática de México”.
Sobre la petición de asilo de Castillo, Ebrard dijo que para atenderla se están siguiendo los cauces que señala la ley, y subrayó que no recuerda que en México “se le haya negado a alguien el derecho de asilo”.
La cancillería de Perú emitió el viernes un comunicado en el que acusó al gobierno de México de haber intervenido en asuntos internos por las declaraciones en torno a la crisis política en curso tanto del presidente López Obrador como del canciller Ebrard.
La posibilidad de que México dé asilo a Castillo “no es un afán de estar interviniendo” en Perú, reiteró. “Lo que estamos haciendo es externando, es haciendo valer la tradición de asilo mexicana. No sé por qué eso sea criticable. Eso ha sido toda la vida, México siempre ha ofrecido asilo.
Agregó que otros países comparten la posición de México respecto a la situación en Perú, aunque no especificó cuáles. (Fuente: Prensa Latina).
