Imagen: Clarín.
Washington, 3 ene (RHC) La división que distingue al Partido Republicano de Estados Unidos quedó evidenciada este martes cuando los integrantes de esa tolda fueron incapaces de ponerse de acuerdo para nombrar al nuevo líder de la Cámara Baja del Congreso.
Después de tres votaciones en la que el aspirante a presidente de esa instancia, Kevin McCarthy, no alcanzara los 218 votos requeridos para el cargo, los legisladores acordaron levantar la sesión hasta la jornada de mañana.
La situación, cuyo más reciente precedente tuvo lugar hace exactamente un siglo, fue previamente vaticinada por analistas y medios especializados debido a la negativa manifestada por un grupo de congresistas ultraconservadores de apoyar a McCarthy, quien hasta el mes pasado se desempeñó como líder de la minoría.
Durante las dos primeras rondas de votaciones, dicho candidato recibió el rechazo de 19 integrantes de su propio partido y, en la tercera, la cifra aumentó a 20.
Las reglas de la Cámara de Representantes requieren que los congresistas sigan votando hasta que alguien obtenga 218 votos, una cifra que se separa por muy poco de los 222 republicanos que integran esa instancia tras las elecciones de medio término de noviembre del pasado año.
Mientras la incertidumbre gana terreno, observadores advierten sobre la imposibilidad de ese órgano de trabajar pues ningún otro asunto puede atenderse allí mientras la silla del líder permanece desocupada.
En la votación de apertura, la mayoría de los conservadores disidentes respaldaron a uno de los principales antagonistas de McCarthy, el expresidente del Freedom Caucus, Andy Biggs, pero en las últimas dos todo el grupo se unió en torno al representante Jim Jordan, republicano por Ohio.
Mientras tanto, los demócratas dieron unánimemente su visto bueno al líder de la minoría, el representante Hakeem Jeffries de Nueva York que, con los 212 votos de sus correligionarios terminó con más apoyo que el aspirante de la tolda roja.
Este, aseguran observadores, constituye un comienzo desfavorable para los republicanos al anteponer un enfrentamiento entre McCarthy y un pequeño grupo de miembros de extrema derecha cercanos al expresidente Donald Trump (2017-2021), que prometieron permanecer unidos para negarle el mazo de vocero.
Cinco conservadores, autodenominados Never Kevins y entre los que se halla el representante Matt Gaetz, expresaron que no apoyarían a McCarthy bajo ninguna circunstancia y lo instaron a abandonar para permitir que otro candidato dé un paso adelante.
Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, los congresistas decidieron finalmente poner en pausa la votación y reanudarla al mediodía de mañana. (Fuente: Prensa Latina).