Foto: Vanguardia.
Ciudad de México, 9 ene (RHC) El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, planteó a su homólogo estadounidense Joe Biden, una integración regional sin exclusiones, pero su invitado se fue por la tangente.
En la reunión bipartita en el Palacio Nacional, el anfitrión fue directamente al grano en su primera intervención al asegurar que hay condiciones inmejorables para iniciar una nueva política de integración económica y social en nuestro continente y el tratado tripartito con Canadá lo demuestra.
Sin embargo, en nuestros puertos del Pacífico aún sigue creciendo el arribo de barcos repletos de mercancías procedentes de Asia que se puede producir aquí. Es asunto de planear conjuntamente nuestro desarrollo futuro, expresó López Obrador.
Las ventajas de unirnos son muchas pues contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, con desarrollo tecnológico y con una gran riqueza de recursos naturales y distancias cortas permiten ahorrar en transporte.
El consumo per cápita de América es de 18 mil 100 dólares anuales, mientras que el de Asia es de cuatro mil 400 dólares.
Sostengo, dijo, que es el momento de terminar con el abandono y desdén hacia América Latina y el Caribe, y comenzar con usted una etapa nueva entre los pueblos y naciones del continente a partir del respeto y de la ayuda mutua.
La propuesta, dijo López Obrador, es integral, implica consolidarnos como región económica en el mundo, fortalecer la hermandad en el continente americano, respetar nuestras diferencias y nuestras soberanías, y procurar que nadie se quede atrás y que juntos vayamos en busca de la bella utopía de la libertad, la igualdad y la verdadera democracia.
Finalizó con una suerte de plegaria: “Si el cielo nos concede el deseo de la América unida, este continente podría llamarse, esta América unida podría llamarse ‘la reina de las naciones y la madre de las repúblicas’.
Pero en su respuesta, el presidente Biden se fue por la tangente al recurrir a generalizaciones. Habló de los 200 años de relaciones bilaterales con México.
Planteó cómo profundizarlas, no solo con México, sino con el hemisferio occidental, fortalecer nuestras cadenas de suministro para ser más competitivos.
Citó la seguridad compartida, incluida la acción conjunta para guardar la plaga del fentanilo, abordar la migración irregular, y que en los últimos 15 años su país gastó miles de millones de dólares en este hemisferio.
Dijo sin detallar que hay un acuerdo en el Grupo de los Siete para un proyecto de miles de millones de dólares de infraestructura para el hemisferio occidental, Latinoamérica y África, que estamos en una coyuntura de cambio de verdad, un punto de inflexión, y que lo que hagamos en los venideros años va a cambiar cómo lucirá el mundo en las próximas décadas.
Pero desafortunadamente, la responsabilidad de Estados Unidos no termina en el occidente, estamos en el centro de Europa, en Asia, en el Medio Oriente, en África, el sureste asiático y nos enfocamos no en una región sino en múltiples y en esto trabajamos, acotó. (Fuente: Prensa Latina).