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Brasilia, 10 ene (RHC) El Senado de Brasil aprobó este martes el decreto que autoriza la intervención en la Seguridad Pública del Distrito Federal -DF-, a raíz de las invasiones y actos vandálicos del domingo último en sedes de los tres poderes.
En votación simbólica, la mayoría de los legisladores validó la medida firmada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva tras las violentas acciones perpetradas por adeptos radicales del exmandatario Jair Bolsonaro.
Ocho senadores de la base aliada de Bolsonaro votaron en contra. Fueron ellos: Carlos Potinho, Luiz Carlos Heinze, Zequinha Marinho, Carlos Viana, Flávio Bolsonaro, Eduardo Girão y Plínio Valério.
Anteriormente, la propuesta pasó por la Cámara de Diputados, que aprobó, también en sufragio simbólico.
La materia sigue ahora para promulgación. En la práctica, con las aprobaciones en las dos asambleas, el Congreso ratifica la intervención federal en el DF hasta el 31 de enero, conforme la disposición de Lula.
Tal medida está prevista en el artículo 34 de la Constitución Federal para «poner fin a grave comprometimiento del orden público» y «garantizar el libre ejercicio de cualquiera de los poderes en las unidades de la federación».
Durante la sesión, el presidente del Congreso, senador Rodrigo Pacheco, opinó que, además del papel de la Policía Federal de responsabilizar a los criminales, la Legislativa actuará en la identificación de los invasores.
«Nos ocuparemos, además de las medidas penales, de enjuiciar las acciones de reparación de daños individualmente en relación con estas personas, con todas las medidas cautelares de arresto, secuestro, bloqueo de activos», precisó.
Partidarios de Bolsonaro que no aceptan el resultado de las elecciones ganadas por el fundador del Partido de los Trabajadores invadieron y depredaron el domingo las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Autoridades pertinentes notificaron que, por esos ataques, quedaron innumerables ventanas, puertas, vitrales y muebles rotos, daños en obras de arte y documentos, armas y alimentos hurtados.
La víspera, Lula mantuvo una reunión con gobernadores o representantes de los 27 estados de Brasil, a propósito de los actos golpistas.
«No vamos a permitir que la democracia se nos escape de las manos, porque es la única oportunidad que tenemos para garantizar que esta gente humilde pueda comer tres veces al día, o tener derecho a trabajar», afirmó el exsindicalista.
Insistió que, «en nombre de defender la democracia, no seremos autoritarios con nadie, pero no seremos tibios con nadie. Vamos a investigar y vamos a llegar a quién financió», esos hechos nunca vistos en la historia del gigante suramericano. (Fuente: Prensa Latina).