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Buenos Aires, 25 ene (RHC) Con el compromiso de fortalecer la unidad y trabajar en su institucionalización, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) avizora una nueva etapa, marcada por la reincorporación de Brasil y el respaldo de numerosas organizaciones sociales.
La VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de ese mecanismo no solo marcó la culminación de la labor de Argentina como su presidenta pro tempore -la cual fue reconocida por los países miembros-, sino que permitió reunir a delegaciones de 33 naciones y estuvo acompañada por agrupaciones sindicales, políticas y defensoras de los derechos humanos.
De acuerdo con Prensa Latina, el regreso del gigante sudamericano y la presencia del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva fueron elementos fortalecedores de una plataforma, que cobra mayor relevancia ante las acciones desestabilizadoras y golpistas de Estados Unidos y la derecha.
A 200 años de proclamada la Doctrina Monroe, donde quedan reflejadas las ansias expansionistas de Washington, la respuesta de los líderes, reflejada en la Declaración de Buenos Aires, fue la de defender la cooperación, la autodeterminación, la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos y la declaración del área como Zona de Paz.
Además, el documento señala que la región debe ser un territorio libre de colonialismo y respalda la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
También condena el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas y exige su fin inmediato.
Asimismo, resalta la proyección de la Celac como una comunidad de naciones soberanas, capaces de llegar a consensos en temas de interés común y contribuir al bienestar y desarrollo, así como a las acciones para acabar con la pobreza, las desigualdades e inequidades existentes.
Durante la cita, presidentes como el cubano, Miguel Díaz-Canel, y el venezolano, Nicolás Maduro (mediante un mensaje grabado), denunciaron los ataques constantes contra sus países y otros de la Comunidad, pero aseguraron que no habrá amenazas ni agresiones capaces de impedir la continuidad de los procesos democráticos liderados por los pueblos.
Además, consideraron que el fortalecimiento de la Celac es una tarea impostergable.
Por su parte, Lula repudió el extremismo, el terrorismo y la violencia política y defendió la cooperación e integración latinoamericana.
A su vez, el mandatario argentino, Alberto Fernández, reiteró la necesidad de preservar la unidad en la diversidad y de institucionalizar ese organismo.
Fernández destacó la importancia de seguir llevando la voz del sur a todos los foros internacionales y entregó la titularidad pro tempore de la plataforma al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
Pese a los intentos de la derecha apoyada por Estados Unidos de deslegitimar la Cumbre y los planes de atacar a delegaciones como la de Venezuela, el evento mostró la voluntad de seguir avanzando en la construcción de la Patria Grande.
Durante su realización, cientos de agrupaciones de varios países, reunidas en la Celac Social, llegaron hasta el Hotel Sheraton para expresar su respaldo a los gobiernos progresistas y en favor de los pueblos.
En una declaración conjunta, aseveraron que la unidad es una condición esencial para alcanzar la verdadera independencia y consolidar la paz.
Asimismo, condenaron las agresiones estadounidenses y pidieron acciones coordinadas para demandar el desmantelamiento de las bases militares instaladas por Washington en América Latina y el Caribe.
También rechazaron la injerencia de EEUU, las acciones golpistas en naciones como Perú y Brasil; y los recientes intentos de asesinato contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y la colombiana, Francia Márquez. (Fuente/Prensa Latina)