Xiomara Castro y Xi Jinping
Beijing, 17 junio (RHC) La visita a China de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, fue provechosa en términos políticos, económico y comerciales, concluyó con consensos que deben propiciar relaciones más estrechas y mutuamente beneficiosas.
Se trató del primer viaje de un gobernante hondureño al gigante asiático y ocurrió a casi tres meses de que Tegucigalpa formalizara vínculos con Beijing, luego de romper más de 80 años de lazos con Taiwán.
Castro inició su periplo en Shanghái, donde solicitó la adhesión de su país al Nuevo Banco de Desarrollo, popularmente denominado Banco del Brics (grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y platicó con directivos de la tecnológica Huawei sobre cooperación e inversiones.
Su agenda contempló la apertura de la embajada hondureña en la capital china y un foro donde empresarios de ambas naciones conocieron sobre las oportunidades y el potencial existente para los negocios.
Las conversaciones de Castro y su par anfitrión, Xi Jinping, cerraron con la firma de 17 convenios destinados a ampliar los intercambios en varios sectores socioeconómicos y también incluir al territorio centroamericano en el proyecto de la Franja y la Ruta de la Seda.
Xi destacó la importancia de la visita, saludó el buen comienzo de los lazos bilaterales y confió en un futuro de resultados fructíferos, tras patentizar el compromiso de impulsar nexos amistosos y trabajar juntos desde una perspectiva estratégica y a largo plazo.
Mientras, la dignataria latinoamericana manifestó el interés de planificar y ejecutar proyectos conjuntos de inversión, reiteró el apego al principio de una sola China y alabó los avances y el liderazgo mundial alcanzado por el gigante asiático en las últimas décadas.
Las partes acordaron negociar un tratado de libre comercio, la aduana china aprobó las importaciones de banano y café en grano, y ratificó el acceso al camarón blanco.
Autoridades, observadores y la prensa local coincidieron en que la visita de Castro y su desenlace sirvieron de escenario para conseguir un despegue de las relaciones con mayor confianza, cooperación y respeto.
Para la Cancillería china fue un éxito rotundo porque permitió abrir un nuevo capítulo y delinear el curso para el desarrollo de vínculos sanos y estables.(Fuente:PL)