Imagen: Prensa Latina.

Bogotá, 19 jun (RHC) Aunque este lunes es un día de descanso en Colombia, representantes de los sectores progresistas y de izquierda recuerdan como un hecho sin precedentes el triunfo de Gustavo Petro y Francia Márquez, en su primer aniversario.

«¡Hace un año, el pueblo habló y eligió un nuevo rumbo para nuestro país! Hoy celebramos el aniversario de la victoria en las urnas del presidente @petrogustavo. Durante este tiempo, hemos avanzado hacia una sociedad más justa y equitativa. Seguimos construyendo el #Cambio», expresó en Twitter Clara López, referente del las luchas sociales y políticas de Colombia.

En el balotaje de las elecciones del pasado año, más de 11 millones de colombianos votaron a favor del programa de gobierno construido de manera colectiva por la amplia composición del Pacto Histórico y cuyo eje central es la paz total.

Un año después de la gran fiesta que vivió el país en el coliseo Movistar Arena, en las calles de Bogotá y de todas las ciudades de la nación suramericana, pese a la oposición de los sectores de la derecha y denuncias de intentos de «golpe blando», la propuesta del cambio comienza a delinearse.

Uno de los logros más significativos de las trasformaciones que impulsa el gobierno de Petro es el alcanzado el pasado 9 de este mes en La Habana, en el contexto de las conversaciones de paz entre el Estado y el Ejército de Liberación Nacional -ELN.

Ese día, con la presencia de Petro y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, las partes acordaron al cerrar su tercer ciclo de diálogos, el cese el fuego «nacional, bilateral y temporal» por 180 días a partir del próximo 3 de agosto.

Los negociadores de ambas partes firmaron los llamados Acuerdos de Cuba que establecen el alistamiento para la participación de la sociedad y el cese el fuego bilateral en todo el territorio colombiano de manera temporal.

En este pacto, nunca antes alcanzado, se amplían las acciones prohibidas y prevé un robusto mecanismo de monitoreo y verificación de la ONU, con acompañamiento de la Iglesia Católica y la veeduría social, así como la participación de los países garantes y acompañantes.

Dicho cese permitirá también que los territorios tengan las condiciones de tranquilidad que requieren las personas y comunidades en el proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz que se ha pactado durante este ciclo.

Por primera vez, el Estado y el ELN pactan un acuerdo que implica el tratamiento en bloque de los tres primeros puntos del Acuerdo de México, donde tuvo lugar el segundo ciclo de conversaciones; la participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz y transformaciones para la paz, señaló el senador Iván Cepeda.

El cese acordado tiene fases progresivas, y la primera, de alistamiento, es inmediata; a continuación, el 6 de julio, comienza el fin de operaciones ofensivas hasta alcanzar una plena vigencia, de 180 días, a partir del 3 de agosto, en tanto, el monitoreo y verificación comenzarán próximamente.

También se creará el Comité Nacional de Participación que contará con la intervención de 30 sectores de la sociedad que aportarán a la transformación del país y el logro de la Paz.

«Alcanzamos como nunca antes un acuerdo parcial con el ELN, que será progresivo hasta el acuerdo final en mayo del 2025», destacó el presidente Petro.

La prioridad será lograr la protección de la población civil en las áreas de conflicto empezando por la niñez, añadió.

El jefe de Estado aseguró que los Derechos humanos y el derecho internacional humanitario guían el acuerdo.

Entre otros avances de este primer año de triunfo de Petro y Francia Márquez, un amplio número de proyectos legislativos como la reforma laboral, pensional, matrícula cero, campesinado como sujeto de derechos, entre otros avanzan, en el Congreso con el fin de transformar positivamente la vida de las mayorías de Colombia. (Fuente: Prensa Latina).