Esta propuesta fue rechazada por amplios sectores, sobre todo de centro izquierda, sindicatos y mujeres por contener
capítulos que constituyen una regresión en conquistas ya alcanzadas.
Santiago de Chile, 17 dic (RHC) Los chilenos decidirán este domingo si aprueban o rechazan el proyecto de Constitución redactado por un órgano de mayoría conservadora y considerado por muchos como peor que el vigente desde la época de la dictadura.
Más de 15,4 millones de personas están convocadas al plebiscito de hoy, el segundo que se realiza en los últimos 15 meses para tratar de dotar al país de una nueva ley fundamental.
Todas las encuestas conocidas aquí antes de la veda para publicar estudios de opinión daban una ventaja a la opción en contra frente al apruebo, aunque en las últimas semanas la brecha entre ambas se redujo.
Por otra parte, aún es una incógnita cómo votarán alrededor de cinco millones de indecisos o desinteresados por el proceso, que participarán en el referendo porque el voto es obligatorio.
La propuesta de Carta Magna fue rechazada por amplios sectores, sobre todo de centro izquierda, sindicatos y mujeres por contener capítulos que constituyen una regresión en conquistas alcanzadas aquí.
Entre los más controvertidos figura el que introduce el concepto de “defender la vida de quien está por nacer”, lo cual pone en peligro la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales: violación, inviabilidad fetal o peligro para la vida de la madre.
La eliminación del derecho a huelga, la reducción de las contribuciones para las comunas y el otorgar rango constitucional a las Administradoras de Fondos de Pensiones y a los seguros privados de salud, también son epicentro de críticas.
El exmiembro del Consejo Constitucional por el partido Convergencia Social, Yerko Ljubetic, advirtió hace poco que el texto surgido de esa instancia, donde la derecha y la extrema derecha tenían mayoría, es peor que el impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Estamos entre lo malo y lo peor”, dijo Ljubetic.
Por el contrario, los defensores del proyecto argumentan que allí se incluyen preocupaciones de la ciudadanía como la creciente inseguridad o la migración irregular, a la que responsabilizan con el incremento de la delincuencia.
El Servicio Electoral llamó a los ciudadanos a votar en paz, sin violencia y respetando el derecho de los demás a elegir.