Biden llegó a esta jornada con el 69 por ciento de la intención de voto a su favor respecto a sus dos rivales.
Washington, 3 feb (RHC) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ganó su desafío en las primarias del Partido Demócrata en Carolina del Sur, que tantearon el comportamiento del voto afroamericano, el cual fue clave en 2020.
Biden llegó a esta jornada con el 69 por ciento de la intención de voto a su favor respecto a sus dos rivales, el congresista de Minnesota, Dean Phillips (cinco por ciento) y la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson (tres por ciento).
La proyección de medios locales una hora después del cierre de los centros de votación le daban al mandatario el 96,6 por ciento de apoyo, entretanto, Phillips y Williamson no alcanzaban el dos por ciento.
Biden, que cuenta ya con sus primeros delegados luego de la justa, en realidad tiene una victoria casi asegurada en su camino a la nominación de su partido de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre.
El ciclo de primarias demócratas comenzó por esa Carolina para concederle al estado una posición no solo privilegiada sino también ponerlo en calidad de termómetro del entusiasmo hacia Biden.
Hace unos días en un evento de campaña en Columbia, capital del estado, el actual ocupante de la mansión ejecutiva exclamó: «¡Ustedes son la razón por la que soy presidente!»
Hay que recordar que fue allí donde Biden logró revivir su candidatura en 2020 después de haber quedado en cuarto y quinto lugares en Iowa y New Hampshire, por donde arrancaron entonces las primarias.
Datos demográficos de 2020 arrojan que el 27 por ciento de la población de Carolina del Sur es afroamericana.
Biden hace tres años se llevó el 92 por ciento del voto afroamericano a nivel nacional, mientras Donald Trump el ocho por ciento.
Sin embargo, la imagen del mandatario muestra señales de fisuras en la actualidad, especialmente entre hombres jóvenes de ese grupo poblacional.
Los republicanos expresarán sus preferencias en Carolina del Sur, en las primarias del 24 de febrero. Trump lleva las de ganar, pero las miradas están sobre Nikki Haley, exgobernadora del estado que se mantiene en lucha por la nominación.
Esa es una pelea cuesta arriba de Haley contra Trump, el favorito del establishment del partido, pese a los 91 cargos penales y cuatro juicios que enfrenta.
El martes electoral de noviembre decidirá no solo al presidente que conducirá los destinos de la nación a partir del 20 de enero de 2025, sino también renovará parte del Congreso, o sea, los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio de los 100 del Senado. Además, habrá cambios en gobernaciones y en otros cargos estatales y locales. (PL)