Alexandre de Moraes. (Foto: conjur.com.br)
Brasilia, 9 abr (RHC) El ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, negó este martes una solicitud presentada por la filial nacional de la red social X (antes Twitter) para descartar cumplir decisiones judiciales locales.
Según De Moraes, el pedido «bordea la litigación de mala fe» y ocurre en medio de sus determinaciones después que el dueño de la plataforma, el multimillonario de origen sudafricano Elon Musk, amenazó con reactivar cuentas bloqueadas por la justicia brasileña.
El magistrado incluye también a Musk en la investigación sobre las milicias digitales, muy activas durante la gestión del exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022).
A las claras, el juez no estuvo de acuerdo con la argumentación de X en Brasil de que no tiene control sobre arbitrajes judiciales.
Para el letrado, no hay «dudas de la plena e integral responsabilidad jurídica, civil y administrativa de X Brasil Internet Ltda., así como de sus representantes legales, inclusive en lo tocante a la eventual responsabilidad penal, ante la Justicia brasileña».
La demanda de X en Brasil, alegó De Moraes, representó en realidad un intento de garantizar un blindaje para los representantes en el país, lo cual no hay previsión legal.
Este martes, la Policía Federal abrió una investigación contra Musk por supuesta obstrucción de la justicia, incitación al crimen y organización criminal.
Tal indagación comenzó después que el empresario amenazó con incumplir las disposiciones del STF y criticar a De Moraes.
El acaudalado utilizó su propia plataforma para acusarlo de imponer una «censura agresiva» en Brasil y lo calificó de dictador.
Además de determinar la apertura de una investigación para apurar las conductas de Musk, el ministro estableció una multa diaria de 100 mil reales (20 mil dólares) para cada perfil bloqueado judicialmente que sea reactivado por la plataforma.
En su laudo, De Moraes manifiesta que resulta «inaceptable que cualquiera de los representantes de los proveedores de redes sociales y de servicios de mensajería privada, en especial el exTwitter, actual X, desconozcan el instrumentar criminal que viene realizando las denominadas milicias digitales».
Recalca que «la flagrante conducta de obstrucción a la Justicia brasileña, la incitación al crimen, la amenaza pública de desobediencia a las órdenes judiciales y de futura ausencia de cooperación de la plataforma son hechos que violan la soberanía de Brasil». (Fuente:PL)
