Pandilleros en Kenya
Nairobi, 2 jul (RHC) Multitudinarias manifestaciones, reprimidas por la policía con el uso de gases lacrimógenos, tuvieron lugar hoy en la capital keniana en contra de las actuales políticas del gobierno y la carestía de la vida, informaron medios televisivos.
En las movilizaciones, en que se reportaron más detenciones, los movilizados bloquearon calles y avenidas, en demanda de que el Ejecutivo no apruebe finalmente el proyecto de Ley de Finanzas 2024, el cual ya rechazó el presidente, Willian Ruto, bajo fuerte presión popular.
Dicha propuesta, impuesta por organismos crediticios como el Fondo Monetario Internacional, contemplaba recaudar cerca de dos mil 700 millones de dólares, en medio de depauperadas condiciones de vida del pueblo, denunciaron organizaciones humanitarias.
El protestante movimiento cívico, integrado en su mayoría por jóvenes, ahora denuncia también la corrupción administrativa y el desgobierno, con la exigencia incluso que dimita el mandatario Ruto.
Piden además que las autoridades judiciales enjuicien a los responsables de la muerte de 39 manifestantes durante enfrentamientos con la policía desde el 18 de junio último.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenya, hasta la fecha, junto a los referidos decesos, la cifra de heridos aumentó a 361, en tanto se registran 627 arrestos.
Analistas económicos, citados por el portal digital The Nation, vinculan las protestas a los agravios financieros, que causan lento crecimiento económico, desempleo, reducción de los niveles de ingreso, las inversiones y un bajo nivel de vida en general.
Para paliar en parte esa situación, el pasado 1 de julio, Ruto sostuvo que tratará de dar respuesta a las demandas, entre ellas la reducción de los gastos administrativos y las oficinas del gobierno.
Mientras tanto, en Nairobi, la capital, y en otras ciudades, permanecen cerrados los centros escolares, ante temores de que al calor de las manifestaciones ocurran nuevos brotes de violencia, como el reciente asalto al parlamento nacional, iglesias y otras instalaciones, por supuestos elementos infiltrados dentro de los grupos de movilizados. (Fuente: PL)