Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 12 ago (RHC) A una semana hoy de asegurar oficialmente la candidatura del Partido Demócrata para las elecciones de Estados Unidos este año, la vicepresidente Kamala Harris mantiene una energizada carrera que preocupa a su rival republicano.
El expresidente Donald Trump todavía no logra diseñar un mensaje que contrarreste el avance de Harris, quien, además, pudo emparejar los números de las encuestas y hasta pasarle por delante en aquellos estados que conforman el denominado Muro Azul (Michigan, Wisconsin y Pensilvania).
La campaña de Trump se topó también con un candidato a la vicepresidencia por el binomio demócrata, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, que, como plantean algunos observadores, es un buen escudero y sus credenciales, con resultados cuando fue congresista y ahora en su estado, opacan al senador primerizo JD Vance, compañero de fórmula del exmandatario.
Esta semana Harris dijo que dará a conocer su agenda económica, la cual se centrará en la inflación, en “lo que tenemos que hacer para reducir los costes y también fortalecer la economía».
La vicepresidenta junto a Walz han celebrado mítines con récord de asistencia y reporta donaciones millonarias (310 millones de dólares en julio en menos de siete días), mientras su oponente no consigue construir un relato que atraiga a los indecisos de los estados clave, cuando la distancia que separa de las urnas es menos de tres meses.
Harris participó la víspera en San Francisco, en su natal California, en un evento con simpatizantes que impulsaron su carrera política, en el que recogió unos 12 millones de dólares.
“Tenemos que tocar puertas, tenemos que registrar a la gente para que vote, tenemos que conseguir que la gente vaya a las urnas. Y cada día cuenta”, subrayó la candidata ante un auditorio de 700 personas, entre los que se encontraban importantes figuras del partido, a quienes advirtió “vamos a ganar, pero no demos nada por sentado”.
Además de la gira electoral meteórica que empezó en Pensilvania y se desplazó por Michigan, Wisconsin, Nevada, Arizona y Carolina del Norte, el binomio Harris-Walz se agenció el respaldo del comité político de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac).
Fundada en 1929, Lulac es la más antigua organización hispana en Estados Unidos, y este es el primer apoyo público que da al abanderado presidencial de un partido en su casi un siglo de existencia.
Por su parte, el presidente Joe Biden anunció en CBS que participará en eventos de campaña en estados que podrían definir las llaves de las Casa Blanca este 2024.
Mientras Vance apareció en una entrevista con ABC, en la que pidió «detener la hemorragia», al referirse a las masivas deportaciones que prometió Trump de regresar a la mansión ejecutiva y sugirió «empecemos con un millón».
El senador por Ohio reiteró sus comentarios pasados sobre las mujeres y las familias sin hijos y señaló que él y Trump están «extremadamente confiados» en sus posibilidades de triunfo en las elecciones del 5 de noviembre.
Cuando Harris entró en la campaña, Trump aseguró que a ella le ganaría «más fácil que a Biden». (Fuente: Prensa Latina)