Foto:PL
Lima, 19 oct (RHC) El nuevo cardenal de Perú, Carlos Castillo, defendió este sábado el derecho a la protesta contra la injusticia, como expresión de la dignidad humana.
En una homilía durante la masiva procesión del Señor de los Milagros, el también arzobispo de Lima señaló que ese derecho ejercido organizada y pacíficamente, es reconocido por la Constiución y por la Doctrina Social de la Iglesia católica.
Añadió que la protesta se define “como un deber, una organización de base para exigir pacíficamente, para impedir las injusticias y para preservar su absoluta autonomía sin ser coaccionada ni manipulada por intereses políticos y económicos”.
“Una forma de unidad para reivindicar un derecho legítimo, procediendo pacíficamente, eleva la conciencia y se acerca grandemente a la unidad que quiere Dios entre los cristianos, que difunde la unidad por el bien de los seres humanos”, añadió la autoridad religiosa.
Llamó por otra arte a la unidad generosa y promotora de las personas y de los pueblos y sobre todo dedicada a los más débiles, pobres y marginados, más vulnerables y golpeados por la vida.
Se solidarizó por otra parte con recientes protestas de transportistas y pequeños empresarios contra la ola de criminalidad desbordada, criticó recientes y fracasados anuncios de prohibir que operen cerca del centro de Lima pequeños comerciantes y criticó la violencia contra estudiantes que protestaban en una universidad.
El cardenal Castillo criticó a aquellos peruanos indiferentes al sufrimiento del pueblo, muchos de loc cuales suelen declararse cristianos y católicos pero mantienen “la costumbre colonial de despreciar y maltratar”.
“Otros parecen pertenecer a diversas bandas delincuenciales y mafiosas, dado que las promueven y apoyan de múltiples maneras”, señaló en medio de críticas a cuestionadas normas aprobadas por el parlamento que afectan la lucha contra la criminalidad.