Madrid, 8 ene (RHC) Importantes dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) respaldan la propuesta del líder de esa agrupación, Pedro Sánchez, de formar una gran coalición progresista alternativa a la derecha.
Tras reunirse la víspera en Lisboa con el primer ministro portugués, Antonio Costa, dijo Sánchez que si Mariano Rajoy no logra su investidura, convocará a agrupaciones de diverso signo ideológico con el objetivo de forjar una alianza junto a los socialistas.
Reiteró que votará contra la continuidad del Partido Popular (PP), sea su candidato Rajoy o cualquier otro, y ratificó su rechazo a pactar un futuro ejecutivo con el presidente del Gobierno saliente, como propusieron los conservadores, reporta Prensa Latina.
La presidenta de la comunidad autónoma de Andalucía, Susana Díaz, aseguró este viernes que el secretario general del PSOE tiene su apoyo y confianza para conformar una alternativa de izquierda, en caso de que el PP fracase en su intento de formar gobierno.
En la misma línea de Díaz se pronunció el gobernante de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
La adhesión de ambos mandatarios regionales y máximos dirigentes del PSOE en sus respectivos territorios es crucial, teniendo en cuenta que hasta hace pocos días cuestionaron el liderazgo de Sánchez al frente de los socialistas.
Tanto Díaz como Fernández Vara advirtieron que para negociar una alianza con Podemos (centroizquierda), esa agrupación emergente deberá renunciar primero a la celebración de un referendo de autodeterminación en Cataluña.
Las elecciones generales del pasado 20 de diciembre dejaron en España un resultado muy fragmentado, lo cual implicará la necesidad de amplios pactos entre varios partidos para forjar un gobierno estable.
El PP de Rajoy se impuso en esos comicios con 28 por ciento de respaldo, seis puntos más que el PSOE, pero ninguna de las dos fuerzas tradicionales suma de momento apoyos suficientes en el Parlamento.
En el poder desde 2011, los populares obtuvieron 123 escaños en el Congreso de Diputados, lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta para garantizar la aprobación de importantes leyes en la Cámara baja.
Detrás quedaron los socialistas, con 90 asientos, y la agrupación emergente de centroizquierda Podemos, con 69 diputados, obligando a la derecha a negociar su permanencia o la abstención del PSOE para seguir conduciendo los destinos de esta nación europea.