Buenos Aires, 21 ene (RHC) La polémica por la Emergencia de Seguridad Pública impuesta por el gobierno de Mauricio Macri por decreto, al igual que otras recientes políticas, crece en Argentina por la implicación militar y riesgos que encierra.
Esa declaración supera la Ley de Seguridad Interior, les da más poder a los militares, da potestad a la Fuerza Aérea para abatir aviones y flexibiliza los controles sobre las compras en esa esfera, señalan medios de prensa.
El argumento oficial es la "situación de peligro colectivo" que existiría en el país, y la medida apunta a combatir el narcotráfico, entre otros delitos, incluida la "asociación ilícita terrorista", comentó el diario Página 12.
El exsecretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni advirtió sobre el decreto que valida el ataque a aviones sospechosos que transiten sobre el espacio aéreo argentino. "Es una pena de muerte sin juicio previo", consideró el hoy senador bonaerense.
Además, Berni criticó al gobierno porque nada de lo que ha propuesto para combatir el narcotráfico es algo nuevo y lo que presentado, en su opinión, está errado y genera riesgos.
Incluso, la diputada nacional Margarita Stolbitzer, quien desde su Frente Cívico Progresista contribuyó a la victoria electoral de Macri, estimó que "aprobar por decreto el derribo de aviones es un enorme error institucional".
Tal medida "puede tener consecuencias irreversibles", consideró que es "mucho peor sin debate parlamentario" y, por demás, no soluciona el problema del narcotráfico.
El secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, minimizó la falta de debate legislativo y la intromisión de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad interior, al tiempo que justificó el permiso para realizar derribos y añadió que ya "existía un protocolo de actuación".
El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel calificó de ilegal la declaración de Emergencia en Seguridad Nacional mientras no se discuta en el Congreso y se modifiquen leyes nacionales.
Con mucha dureza, el luchador por los derechos humanos criticó que por decretos el gobierno habilitó ilegalmente la pena de muerte, que los militares pueden involucrarse en asuntos de seguridad interior, nombró jueces en la Corte Suprema, sin convocar al Congreso.
Y si detiene y reprime por motivos políticos, y todo lo hace en nombre de la emergencia nacional, "entonces no se está hablando de Democracia, de diálogo, ni de República. Es totalitarismo con un proyecto de reorganización neoliberal".
Pérez Esquivel destacó las movilizaciones que se han realizado en rechazo a estas medidas a pesar de las vacaciones y criticó que es "lamentable el silencio de muchos ex opositores ante estos nuevos graves atropellos".
"No debemos retroceder en la defensa de las banderas que nacieron del pueblo y le pertenecen", concluyó el Premio Nobel en un comunicado que circuló por las redes sociales.