Naciones Unidas, 29 ene (RHC) El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dialogó este viernes en la ciudad suiza de Ginebra con la delegación gubernamental de Damasco, en busca de encontrar soluciones políticas al conflicto que vive esa nación árabe.
Informó a la prensa el portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, que de Mistura también se reunirá en la jornada con representantes opositores y de la sociedad civil de Siria con el objetivo de poner fin a la guerra que ha provocado más de 250 000 muertos y 11 millones de desplazados internos y refugiados.
En tanto, el opositor Alto Comité Negociador decidió suspender el boicot a las conversaciones para detener el conflicto sirio, y comunicó que pudiera incorporarse el fin de semana a los encuentros intersirios que se realizan en Ginebra.
El Gobierno de Damasco dio a conocer la delegación de 15 miembros que participará en las conversaciones intersirias en la ciudad suiza de Ginebra, presididas por el representante del país árabe en la ONU, Bashar Jaafari.
De acuerdo con fuentes oficiales el equipo está integrado por parlamentarios, independientes y miembros del Partido Nacionalista Sirio, expertos en derecho internacional y en acciones de asistencia humanitaria, además de funcionarios y técnicos en relaciones exteriores.
Añadieron las fuentes que se tomó en cuenta la reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre una solución política y la celebración de elecciones anticipadas en Siria y que la delegación ya recibió las visas para asistir a la reunión organizada para este viernes.
El opositor Alto Comité Negociador (HNC) suspendió su boicot a las conversaciones para detener el conflicto en Siria, y pudiera incorporarse el fin de semana al diálogo instalado por la ONU.
Según fuentes diplomáticas, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria y responsable de organizar las pláticas, Staffan de Mistura, prevé reunirse con los antigubernamentales el domingo.
De Mistura conversó este viernes con la delegación del Gobierno, liderada por el embajador del país levantino ante la ONU, Bashar Jaafari, en la primera jornada del proceso, llamado por algunos Ginebra III, en alusión a los dos anteriores intentos de negociar el fin del conflicto, el segundo y último de ellos en 2014.
De acuerdo con el enviado especial, el diálogo será de aproximación, por lo que no se esperan encuentros cara a cara entre las partes.
Hace varios días, de Mistura adelantó que las pláticas se extenderían por hasta seis meses, y pidió aceptar la complejidad de las mismas, lo cual se traduciría en fuertes posicionamientos y diferencias.
El HCN, que insiste en ser el único interlocutor en el diálogo con el Gobierno, aunque fueron invitados otros, descartó hasta el último minuto su participación, bajo el argumento de que no se cumplieron sus exigencias.
Los opositores reclaman el cese de los bombardeos contra rebeldes y el asedio a ciudades y poblados por las tropas gubernamentales, una postura criticada por Siria y Rusia.
Damasco y Moscú denunciaron el intento de algunos sectores de boicotear el diálogo, pactado inicialmente para el 25 de enero, a partir del interés en mantener la guerra, en sintonía con el cambio de régimen que Occidente y sus aliados regionales persiguen en la nación levantina, azotada desde 2011 por la crisis.
También recordaron el llamado a conversar sin precondiciones, respaldado incluso por Estados Unidos, que apoya a los grupos armados y la salida del poder del presidente Bashar al Assad.
Jaafari señaló la semana pasada en Nueva York que además existe doble rasero en el tema humanitario, al acusar al Gobierno de atacar y sitiar a su propio pueblo.
Nos acusan de asedio a localidades cuando toda Siria está sitiada por las sanciones económicas, el terrorismo y los grupos armados y financiados desde el extranjero, sentenció.
Las conversaciones instaladas hoy en esta occidental ciudad son el resultado de esfuerzos liderados por Rusia y Estados Unidos, que llevaron a la adopción el mes pasado por el Consejo de Seguridad de la resolución 2254, un hoja de ruta para lograr el fin del conflicto.
La iniciativa establece negociaciones este mes y un alto el fuego para acompañarlas, pasos previos a la elaboración de una nueva Constitución y la celebración de elecciones, dentro de un plazo de 18 meses.
De Mistura explicó que las primeras dos o tres semanas del diálogo se centrarán en el cese de las hostilidades, el combate al terrorismo y la facilitación de la ayuda humanitaria a las víctimas.
Naciones Unidas estima que casi cinco años de conflicto han dejado más de 250 mil muertos y 11 millones de desplazados internos y refugiados.