San Salvador, 8 feb (RHC) El presidente Salvador Sánchez Cerén sostendrá una reunión con dirigentes de partidos políticos para discutir el cumplimiento de la difusión roja contra exmilitares señalados en el caso de la masacre de seis jesuitas, en 1989.
El jefe de Estado convocó al encuentro ante la preocupación expresada por algunos sectores y fuerzas políticas del país, tras la captura de cuatro exmilitares de los 17 reclamados por la justicia española, relacionados con el crimen de los sacerdotes y dos de sus colaboradoras.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia Eugenio Chicas precisó que la reunión será estrictamente privada y el propósito fundamental "es poder poner al tanto a los partidos, explicar los términos, las motivaciones mediante las cuales se ha dado cumplimiento a la resolución" emitida por la Interpol.
El presidente Salvador Sánchez Cerén expresó que la decisión de capturar a los militares se realizó en cumplimiento a las normas internacionales, ya que la notificación roja obliga a la Policía a proceder.
Sin embargo, será el sistema de justicia quien decidirá si los capturados son extraditados o no.
El pasado viernes, en horas de la noche, la Policía Nacional Civil (PNC) en coordinación con la Interpol iniciaron la captura de los exmilitares señalados por la justicia española por su participación en el citado caso.
Fueron detenidos Guillermo Alfredo Benavides Moreno, Antonio Ramiro Avalos Vargas, Ángel Pérez Vasquez y Tomás Zarpate Castillo.
El viernes también una Corte de Distrito del Estado de Carolina del Norte en Estados Unidos dio luz verde a la extradición a España del salvadoreño Inocente Orlando Montano, exviceministro de Defensa que es requerido por la justicia del país europeo por su participación en la citada masacre.
El 16 de noviembre de 1989, en el contexto del conflicto armado, el ejército salvadoreño por órdenes superiores asesinó en la Universidad Centroamericana, en esta capital, al religioso español Ignacio Ellacuría, quien era rector de la institución académica.
Junto a él, fueron asesinados otros cinco sacerdotes jesuítas, una empleada doméstica y su hija.