Quito, 26 feb (RHC) El presidente Rafael Correa, quien el 5 de febrero pasado destituyó al alto mando militar por desavenencias con el gobierno sobre un tema administrativo, asistirá este viernes a la investidura de las nuevas autoridades castrenses.
La asistencia del primer mandatario fue confirmada por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, luego de que en las redes sociales circularon rumores de que no iría al acto de este viernes en una escuela militar ubicada al norte de Quito, refiere Prensa Latina.
El desencuentro que llevó a la destitución de la cúpula castrense fue originado por la decisión del Ejecutivo de solicitar al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) la devolución de 41 millones de dólares que le fueron pagados en exceso durante la venta de unos terrenos en la ciudad de Guayaquil.
Según determinó una investigación de la Procuraduría General del Estado, en 2010 el Issfa recibió 48 millones del Ministerio de Ambiente por los predios donde se construyó luego el Parque Samanes, cuando el valor real de esa propiedad era de siete millones dólares.
El alto mando alegó, sin embargo, que el desembolso afectaría las finanzas y las pensiones de los militares, argumento que es negado por el gobierno, el cual, asegura Correa, aporta el 60 por ciento de los fondos jubilares de la institución.
El Jefe de Estado también acusó a algunos oficiales en retiro que se manifestaron en los últimos días en Quito y otras ciudades, de politizar un tema administrativo con la única intención de dañar a la Revolución Ciudadana, como se le conoce al proyecto político en marcha en Ecuador desde enero de 2007.
De acuerdo con Correa, quien es además Comandante en jefe del Ejército, los militares deben pensar en el bien común, porque las Fuerzas Armadas, advirtió días atrás, son muy importantes para la Patria, pero no son toda la Patria.
La víspera, en declaraciones al portal de noticias Ecuador Inmediato, el ministro de Defensa, Fernando Cordero, llamó a los ecuatorianos a no politizar la ceremonia de investidura del nuevo alto mando.
Apelamos a que se entienda que este no es un acto político, nosotros, desde el Gobierno no lo vamos a politizar jamás, tampoco estamos dispuestos a que alguien lo quiera hacer y en eso seremos duros y firmes, alertó.