Buenos Aires, 1 mar (RHC) El presidente Mauricio Macri abre hoy en el Congreso de Argentina una nueva Legislatura bajo el sello de un signo político diferente, mientras los trabajadores bancarios marchan hacia esa sede en protesta contra los despidos.

La Asociación Bancaria que lidera Sergio Palazzo ratificó la movilización del martes hacia el Congreso Nacional en demanda de cuatro reivindicaciones puntuales, informó el secretario nacional de Prensa de la organización, Eduardo Berrozpe.

El vocero gremial señaló que efectuaron asambleas en todo el país para garantizar la marcha hacia el Congreso en reclamo de "la reincorporación de todos los despedidos; la defensa de los puestos laborales, un aumento salarial suficiente y la derogación del impuesto a las ganancias, reporta Prensa Latina.

Por otro lado, en un llamamiento que sorprendió a no pocos, la ministra de Justicia Patricia Bullrich convocó a los partidarios del Presidente a acudir a las inmediaciones de la sede legislativa para acompañarlo mientras pronuncia su discurso previsto para las 12 meridiano, hora local.

Así comienza la Legislatura argentina en un ambiente de creciente malestar entre los sindicatos y en una parte de la opinión pública, que le ha restado de 17 a 20 puntos a la popularidad de Macri, según un estudio de tres encuestas comparativas de la consultora Aragón & Asociados.

El Ejecutivo tiene una gran prioridad en este inicio de sesiones legislativas, que ambas cámaras del recinto deroguen las leyes Cerrojo y Pago Soberano según exige el juez Thomas Griesa para entonces avalar los preacuerdos anunciados el lunes para pagar a los fondos buitre y otros bonistas.

Para poder cumplir su compromiso, Macri necesita que el Congreso le anule esas dos legislaciones promulgadas el pasado año, precisamente para resguardar la soberanía financiera del país, y después reunir 15 mil millones de dólares mediante la emisión de nuevos bonos de deuda antes del 14 de abril.

Ese tema en particular generará candentes debates en ambas cámaras legislativas.

Se espera que en su alocución, el primer mandatario denoste la anterior administración culpándola de los actuales males y anticipe que presentará otros proyectos sobre justicia, lucha contra el narcotráfico y la corrupción.

Las bancadas opositoras, con diversos matices, coinciden en reclamar, entre otras cuestiones, la eliminación del impuesto a las ganancias salariales y la modificación este año de las escalas para el pago de ese tributo.

La Cámara de Diputados de 257 curules la componen 81 legisladores del Frente para la Victoria (FpV), 87 de la Alianza Cambiemos que incluye a los de Propuesta Republicana (PRO) -el partido del Presidente-, de la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica.

Una tercera alianza es la de Unidos por una Nueva Argentina, que ocuparán 31 escaños y el denominado Bloque Justicialista, una escisión de 17 exmiembros del FpV que se fueron detrás del debutante Diego Bossio.

Después están seis del Frente Cívico de Santiago del Estero; cuatro de Compromiso Federal, y tres del Frente Cívico y Social de Catamarca -estos de corte peronista-, más cuatro de la izquierda trotskista e igual cifra del partido Cultura, Educación y Trabajo del sindicalista Omar Plaini.

El resto son representantes de agrupaciones locales.

Mientras, en el Senado de 72 bancas, la mayoría las tiene el FpV, con 39; le sigue la UCR, con nueve; el PRO, con seis; el Peronismo Pampeano con dos, al igual que Compromiso Federal y Movimiento Popular Neuquino. Las restantes 10 están repartidas entre pequeños partidos regionales y locales.