La Paz, 2 mar (RHC) Bolivia se ha convertido en un campo de batalla donde Estados Unidos aplica una operación política encubierta de grandes dimensiones para intentar debilitar la confianza del pueblo en su gobierno, afirmó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Sobre América Latina y Bolivia está en juego la nueva correlación mundial de fuerzas, que tiene mucho que ver con el interés de Estados Unidos por dominar los grandes recursos naturales del país y frenar las inversiones de China y Rusia en la región, precisó.
En este contexto de disputa global por el poder, Bolivia juega un rol importante por el papel del presidente Evo Morales y su liderazgo internacional en momentos que se configura un nuevo orden global, y eso explica la guerra sucia para intentar desprestigiarlo, agregó.
Durante un programa televisivo especial transmitido anoche, Quintana afirmó que la feroz campaña mediática fraguada y dirigida desde Estados Unidos e implementada por los partidos de la derecha opositora se inscribe en la teoría de los "golpes suaves", señala Prensa Latina.
La falsa acusación de tráfico de influencias contra Morales, señaló, no se trata de la denuncia de un investigador serio, sino de una maniobra política montada, cinco o seis meses antes, detonada por Carlos Valverde, un periodista que es agente encubierto de Estados Unidos.
Esta denuncia forma parte de un gran complot político, enfatizó, una de las ofensivas políticas más agresivas y multidimensionales que hemos vivido en este proceso de cambio, con los medios de comunicación y redes sociales como armas de esta estrategia del imperio.
En aras de la responsabilidad política, dijo, debemos explicar quién es Valverde, un narcotraficante que estuvo preso tras comprobarse su vinculación con los carteles de la droga cuando fue jefe de inteligencia del gobierno corrupto de Jaime Paz Zamora.
En 1983 a Valverde, luego de un proceso judicial, se le encontró culpable de narcotráfico y cumplió un año de cárcel, de la cual salió por intereses políticos y se dedica entonces al periodismo, especializado en periodismo morboso, especulación, insulto y difamación, acotó.
Desde 2006, apuntó Quintana, este personaje siniestro se convierte en agente encubierto de Estados Unidos en Bolivia, quien le perdona su pasado de narcotraficante a cambio de utilizarlo contra el proceso de cambio, y en un Wikileads la propia embajada lo define como su soplón.
La denuncia repetida mil veces adquiere el efecto de una verdad irrebatible, sin verificar las fuentes, ese es el objetivo de esta operación, que repite esquemas utilizados por Estados Unidos en países del Este europeo para derribar gobiernos, recalcó.
Valverde, un narcotraficante exconvicto, afirmó Quintana, se convirtió de hecho en jefe de redacción de la CNN y de medios escritos y radiales de la derecha del país, que pecan de falta de escrúpulos y manipulan la mentira como sicarios mediáticos.
Hay que decirle al pueblo boliviano, recalcó, que el presidente Evo Morales está sostenido por un trípode moral, político e intelectual, que rescató los recursos naturales con dignidad y soberanía, reivindicó el orgullo y la unidad nacional, para transformar el país y desarrollarlo.