La Paz, 27 mar (RHC) El gobernante Movimiento al Socialismo, liderado por el presidente Evo Morales, cumple este domingo 21 años de labranza de un proyecto de país comprometido con la soberanía, el desarrollo y la reivindicación de los sectores populares de Bolivia.
El 27 de marzo de 1995, dirigentes campesinos del central departamento de Cochabamba, decidieron pasar de la lucha sindical a la electoral.
Dicha estrategia buscó conquistar en las urnas la jefatura del Estado, a fin de adoptar decisiones acertadas a favor de las capas populares desfavorecidas e impulsar un programa de desarrollo nacional ajeno a recetas neoliberales.
Morales calificó al Movimiento al Socialismo como un instrumento político de liberación nacional, y bajo su conducción, Bolivia no solo incrementó su Producto Interno Bruto, de apenas seis mil millones de dólares en 2005 a 34 mil millones el año pasado, sino que proyectó el desarrollo integral del país.
El presidente Evo Morales prometió que su gobierno continuará el millonario programa de inversión caminera, con el objetivo de integrar todos los departamentos bolivianos mediante modernas carreteras y autopistas.
Para este año contamos con un presupuesto de más de dos mil millones de dólares dirigidos a nuevos viales que enlazarán comunidades, y al país con naciones vecinas, remarcó el mandatario al inaugurar una estación de buses en la localidad de Villamasa, en el central departamento de Cochabamba.
La moderna instalación de dos plantas fue ejecutada a un costo de casi 1,3 millones de dólares.
Con capacidad para operar al unísono 20 líneas de ómnibus y otras 10 de minibuses, debe beneficiar a más de cinco mil personas del territorio y a pobladores de localidades aledañas.
La obra integra los más de siete mil proyectos concretados hasta hoy como parte del programa Bolivia cambia, Evo cumple, que busca potenciar el desarrollo social de comunidades rurales y barrios periféricos, mediante la asignación de recursos a alcaldías y gobernaciones, y beneficiar directamente a la gente más necesitada.
En este sentido, el jefe de Estado destacó la importancia de las políticas económicas y de nacionalización que permitieron un crecimiento exponencial del Producto Interno Bruto (PIB) y una más equitativa distribución de las riquezas.
Antes de 2006, cuando el Movimiento al Socialismo llegó al poder, saqueaban las riquezas del país. Sin embargo, cuestionamos el dominio neoliberal sobre nuestros recursos. Esa ha sido parte de nuestra lucha, remarcó Morales.
Puso como ejemplo que al inicio de su primera gestión, Bolivia era un país sumamente endeudado y atrasado tecnológicamente.
El PIB en 2005 alcanzaba apenas unos seis mil millones. Pero al cierre de 2015, ese indicador se ubicó en 34 mil millones de dólares, lo cual demuestra el rápido crecimiento económico, contrastó.
Asimismo, recordó que "antes nos prestaban con condiciones y nos imponían la privatización de las principales empresas, como los hidrocarburos".
No obstante, agregó el gobernante, la situación económica y social cambió. Estamos dando otra imagen de país, gracias a la unidad del pueblo boliviano y la lucha de movimientos sociales.
Por último, el presidente boliviano prometió la continuidad de la política inversionista, sobre la base de priorizar las obras de beneficio social y aquellas encaminadas a la reducción drástica de la pobreza.
Explicó que el gobierno aprobó la ejecución de nuevas obras de infraestructura en materia vial, como la construcción de puentes, carreteras y viaductos interdepartamentales, a fin de integrar el oriente con el occidente de esta nación andina.