Brasilia, 1 abr (RHC) La presidenta Dilma Rousseff consideró que la firma de 25 decretos de reforma agraria y regularización de territorios ocupados por comunidades quilimbolas representa un paso más para disminuir la inmensa desigualdad todavía existente en Brasil.

Afirmó Dilma Rousseff que los dictámenes de desapropiación de inmuebles rurales permitirán disponer de 35 mil 500 hectáreas para distribuirlas en 14 estados y de otras 22 mil 200 para beneficiar a 799 familias a esos grupos étnicos predominantemente constituidos por población negra rural o urbana.

La primera mandataria brasileña calificó de vergonzoso el hecho de que aún los ciudadanos de raza negra enfrenten tantas dificultades, pues además de sufrir discriminación padecen también la violencia, sobre todo contra mujeres y jóvenes.

La jefa de Estado también enfatizó que en un país como Brasil, que tiene en la matriz africana una de sus raíces más fuertes, no se puede transigir con el racismo.