Lima, 2 abr (RHC-PL) La cercana posibilidad de una final entre dos mujeres y, por tanto, de la elección de la primera jefa de Estado de la historia de Perú, destacan en el panorama noticioso peruano, a solo ocho días de los comicios del 10 de abril.

La segunda vuelta, reservada a los dos más votados si ninguno supera el 50 por ciento de los sufragios, tiene como segura participante a la neoliberal Keiko Fujimori, quien encabeza las encuestas, en las que crece aceleradamente la progresista Verónika Mendoza.

Con el apoyo del 42,1 por ciento de los votos encabeza la lista Keiko Fujimori, haciendo gala de un gran despliegue de recursos, una campaña proselitista que empezó tras su derrota a manos del actual presidente Ollanta Humala, en 2011, y el apoyo o la buena voluntad de la mayoría de los medios de comunicación.

En un reciente simulacro de votación realizado por le empresa GfK, la siguen empatados en el segundo lugar el también neoliberal Pedro Pablo Kuczysnki, con 17,1 por ciento y Verónika Mendoza con 17..

El historiador y analista Nelson Manrique señaló que, de mantenerse las tendencias, la postulante progresista ya está en la segunda vuelta, y señaló que la campaña mediática desatada en su contra, de carácter macartista, parece haberla favorecido y ha sido contraproducente para sus autores, como ella afirma, a lo que se añade el hecho de ser la que más claramente adversa a Fujimori.

Agregó Manrique que, pese a la prédica de los medios de comunicación neoliberales, la mayoría de la población quiere el cambio del modelo económico neoliberal y Verónika Mendoza también encarna esa posición.

La candidata favorita de los sondeos continuó esta semana su campaña proselitista en medio de una polémica sobre un fallo de la justicia electoral que la exculpó de una acusación de entrega de dinero en una actividad proselitista, mientras sus seguidores se empeñan en desacreditar una marcha de colectivos ciudadanos, principalmente juveniles, que realizarán el martes próximo una jornada nacional de protestas contra la elección de la hija del exgobernante Alberto Fujimori.

Ese movimiento, que ha realizado antes masivas demostraciones, rechaza a la candidata por considerar que es continuadora del gobierno de mano dura de su padre, Alberto Fujimori, preso por crímenes de lesa humanidad y corrupción.

La protesta agudizará la polarización entre Verónika Mendoza y Keiko Fujimori, pero fue en realidad iniciada por la derecha extrema, con sus ataques a la candidata del Frente Amplio, a la que también, evidentemente, ha beneficiado