Caracas, 11 abr (RHC-PL) Fue en Venezuela donde se produjo el primer golpe de Estado mediático de la historia, lo que obliga a reflexionar sobre cómo utilizar los medios de comunicación, sentenció el destacado periodista español Ignacio Ramonet.
Participante del evento Venezuela en la Encrucijada, que organiza la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad Venezuela en la Encrucijada, que organiza la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, recordó el director de Le Monde Diplomatique que hace hace 14 años se intentó defenestrar al entonces presidente Hugo Chávez, pero eso fue posible sobre todo gracias al papel que jugaron los medios de comunicación en ese suceso.
Añadió que precisamente por ese hecho Venezuela es también el país donde más se ha reflexionado sobre cómo los medios dominantes han manipulado a la población.
La comunicación de masas tiene una innegable importancia, pero bajo la condición de que se trabaje bien el mensaje; no basta con tener muchos medios para ser eficaz ya que cuando un sistema repite demasiado lo mismo puede que produzca el resultado contrario al que se busca, o sea, rechazo por parte de la audiencia, explicó.
Ramonet ejemplificó con el caso de Argentina, donde Nestor Kichner llegó a la presidencia a pesar de que los medios dominantes eran privados, con el grupo Clarín al frente.
Desde entonces, en la última década en esa nación ha habido medios públicos muy importantes, se han creado significativas redes comunitarias y a pesar de todo eso, paradójicamente, la derecha se impuso en los últimos comicios presidenciales, apuntó.
El analista explicó que la razón está probablemente en la elaboración del mensaje: descansamos en la idea de porque tenemos muchos medios algo vamos a conseguir. Pero esa no es la fórmula, es necesario emitir un discurso bien elaborado, agregó.
El periodista alertó que la derecha lo que está haciendo en estos últimos meses es aprovechar la crisis económica mundial para regresar con métodos diferentes.
Lo estamos observando en Brasil, donde se intenta dar un golpe de Estado judicial contra el gobierno de Dilma Rousseff; o aquí en Venezuela, donde la mayoría opositora en la Asamblea Nacional intenta imponer leyes que en realidad no están previstas por la Constitución, valoró Ramonet.
Es decir, tratan de crear debates que ya no son tan frontales como los del 11 de abril de 2002, pero que en realidad buscan lo mismo: detener la experiencia progresista porque va en contra de los grandes intereses de las oligarquías, añadió.
El autor de "Cien horas con Fidel (Castro)" recordó al líder de la Revolución cubana, quien -en su opinión- tenía clara la importancia de trabajar correctamente los mensajes dirigidos a las masas.
Hace unos años en La Habana Fidel nos alertaba a un grupo de intelectuales: "lo importante es lograr dar a conocer nuestra verdad", y esa reflexión debemos retomarla en la actualidad con mucha fuerza, los medios solo son una parte, la diferencia la hacen los contenidos, concluyó.