Islamabad, 13 abr (RHC) Líderes tribales de la frontera común entre Pakistán y Afganistán iniciaron conversaciones para unir fuerzas contra la presencia en la zona de la organización terrorista Estado Islámico.
De acuerdo con reportes del diario Dwan la tribu pastún Turi, asentada en la agencia pakistaní de Kurran, mantiene contactos con sus primos Zazi del otro lado de la frontera al grupo extremista y a otras formaciones armadas.
En virtud de los acuerdos, los Turi y los Zazi están obligados a no dañar los intereses de la otra tribu e impedir la utilización de sus territorios por grupos subversivos.
Mientras la reunión del presidente Barack Obama con sus principales asesores sobre la campaña contra el Estado Islámico (EI), parece mostrar el interés del mandatario en reajustar su estrategia, a pocos meses de las elecciones de noviembre.
El encuentro del mandatario con el Consejo de Seguridad Nacional en la sede de la CIA, se produce cuando el EI pierde parte del territorio que ocupa en Siria e Iraq, pero a la vez fortalece sus estructuras y actividades en Europa, Afganistán y el norte de África.
Especialistas en el tema coinciden en señalar que las acciones de la coalición militar liderada por Washington contra este grupo extremista pudiera acercarse a un punto decisivo, mientras altos jefes militares advierten que persiste la incertidumbre sobre sus resultados en el campo de batalla.
Así lo admitió recientemente en el Capitolio el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Mark Milley, quien aseguró que, a pesar de ciertos avances en la lucha contra los fundamentalistas en los últimos meses, todavía queda mucho por hacer para ganar la contienda.
Por su parte, el jefe del Comando de África, general David M. Rodriguez, dijo que el EI aspira a llevar a cabo dentro de Estados Unidos y naciones aliadas, ataques similares a los que realiza en Siria e Iraq.
Un artículo del diario The New York Times señala este miércoles que las fuerzas aliadas eliminaron en meses recientes un tercio de las fuentes de financiamiento del EI, mataron a más de 25 mil de sus combatientes, y recuperaron alrededor de 40 por ciento del área que esa entidad tenía en su poder en suelo iraquí.
Logros recientes de las fuerzas armadas de ese país árabe con el apoyo de la aviación rusa, contra los grupos armados que operan en suelo sirio, pudieran constituir un motivo adicional de preocupación para el Pentágono y los principales asesores de la Casa Blanca, que ahora reevalúan la estrategia del mandatario.
Por otra parte, el Congreso norteamericano tiene pendiente desde febrero de 2015 aprobar el proyecto de Autorización del Uso de la Fuerza Militar contra el EI, que ampliaría las facultades de Obama en la utilización del poderío bélico contra ese grupo terrorista, pero hasta la fecha los legisladores no lograron un acuerdo.
Los republicanos sugieren que la AUMF no tiene todo el alcance que se necesita y favorecen un papel más activo de Estados Unidos en el combate a los fundamentalistas, mientras algunos demócratas se niegan a avalar un proyecto que no prohíbe el uso de tropas terrestres en combate.
De cualquier manera, en la medida en que se acercan las elecciones generales del 8 de noviembre próximo, el tema de la lucha antiterrorista tiende a alcanzar mayor protagonismo y para eso Obama parece alistar sus fuerzas, no solo en el campo de batalla, sino también en el accionar de la campaña con vista a esos comicios.