La Paz, 18 abr (RHC) El presidente de Bolivia, Evo Morales, exhortó a los miembros de las Fuerzas Armadas de su país a asumir una doctrina de dignidad y soberanía que garantice la defensa de los recursos naturales y los avances sociales logrados durante la última década en la nación andina.
Durante el acto por el aniversario 125 del colegio militar del Ejército, en La Paz, analizó Morales los logros de su gobierno, desde que asumió el poder en 2006, y recordó como un elemento fundamental la firma del decreto de nacionalización de los hidrocarburos, el cual cumplirá 10 años el primero de mayo venidero.
También precisó el jefe de Estado que como parte del proceso de cambios en su país, corresponde ahora la liberación de la parte tecnológica, para lo cual se desarrollan programas, a fin de que los mejores profesionales se especialicen en universidades del mundo y retornen con ese conocimiento científico a la nación.
Por otra parte, solicitó Morales efectuar un próximo encuentro con los cadetes y la oficialidad del colegio militar, con el objetivo de analizar el avance de los programas sociales, las experiencias sobre la demanda marítima y los resultados de la diplomacia boliviana, entre otros temas.
Los ministros bolivianos de Defensa, Reymi Ferreira, y de gobierno, Carlos Romero, respectivamente, destacaron que el principio para una relación normal con Estados Unidos es la no injerencia en los asuntos internos.
En La Paz, ambos titulares rechazaron las declaraciones a la prensa del encargado de negocios de la sede diplomática norteamericana en Bolivia, Píter Brennan,quien afirmó que para que Uashington restituya su embajador en la nación andina primero es necesario restablecer la confianza y una base de respeto mutuo. Al respecto, recordó Ferreira que antes de la llegada al gobierno del Movimiento al Socialismo, varios países, entre ellos Estados Unidos y organismos internacionales, estuvieron acostumbrados a intervenir en la política interna de su país, lo cual provocó discrepancias.
También afirmó el titular de gobierno que Bolivia avanzó notablemente en el combate al narcotráfico, sin injerencia extranjera, ni represión contra los campesinos cocaleros, en respuesta a las afirmaciones de Brennan de que no existe cooperación gubernamental en la lucha antinarcóticos tras la expulsión de la Agencia Antidrogas norteamericana de la nación andina.