Brasilia, 9 may (RHC) El Senado brasileño está en compás de espera de dos días antes de discutir, debatir y votar el miércoles próximo, en sesión plenaria, el pedido de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
Este lunes, el pleno senatorial cumplirá solo una reunirá no deliberativa, destinada a pronunciamientos de la mesa directiva, pues según explicó el titular de la comisión especial de impeachment, Ricardo Lira, deberán cumplir el intersticio de 48 horas previsto por la ley antes de considerar el parecer del relator Antonio Anastasia.
Para que la solicitud de enjuiciamiento de la primera mandataria sea aprobada se requerirá solo del voto de la mayoría simple de los 81 senadores, puntualizó Lira a la Agencia Senado, y explicó que de recibir el aval del plenario el proceso regresará a la comisión especial, la cual será la encargada de llevar adelante el trámite.
En este caso, una vez aprobado el relatorio la Presidenta será notificada de la decisión y apartada del cargo por hasta 180 días, para que pueda llevarse adelante el juicio político.
Los integrantes de la comisión serán los mismos y también el relator y el presidente, dijo y añadió que en esa etapa se realizarían las diligencias necesarias para dar más consistencia al relatorio a partir del cual se realizará el juicio político, que presidirá el titular del Supremo tribunal Federal, Ricardo Lewandowski.
Aclaró además que no será necesaria la presencia de Lewandowski en el Senado para responder a cualquier cuestión que eventualmente no encuentre respuesta en el propio colegiado.
La comisión especial aprobó el pasado viernes por 15 votos a cinco el relatorio de Anastasia, del oposicionista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según el cual la denuncia presentada contra la jefa de Estado contiene los indicios suficientes para configurar un presunto crimen de responsabilidad por el cual enjuiciarla.
El líder del Gobierno en el Senado, Humberto Costa, denunció que se ha llevado adelante un proceso absolutamente viciado por el desvío de poder ejercido por el ex tituar de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, quien admitió la denuncia contra la jefa de Estado en venganza contra el PT.
Costa consideró que de este modo se banaliza la figura del impeachment y aseveró que Anastasia, cuya designación como tal fue duramente cuestionada desde el inicio por legisladores del PT y del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), practicó un verdadero "contorsionismo jurídico" para tratar de justificar lo que no tiene justificación.
Este proceso- valoró -es un intento de subir por la rampa trasera y entrar por la puerta del fondo al Palacio de Planalto (sede de la Presidencia de la República).