Naciones Unidas, 16 may (RHC) El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Stephen O Brien, convocó a mantener la ayuda a Ecuador, al cumplirse un mes del terremoto que ocasionó cuantiosos daños humanos y materiales en ese país.
En un comunicado, lamenta el funcionario el devastador impacto del sismo que dejó más de 600 muertos y a miles de personas sin viviendas, y, aunque reconoció la respuesta del gobierno ecuatoriano, destacó la necesidad de seguir garantizando refugio temporal, alimentos, agua y atención médica a los damnificados.
También afirma en el texto el Secretario General Adjunto de la ONU que el llamamiento realizado el último 22 de abril a la comunidad internacional para brindar respaldo a la nación sudamericana todavía posee una baja cobertura de 15 por ciento.
Para Stephen O Brien, la Cumbre Mundial Humanitaria, del 23 y 24 de mayo en Estambul, Turquía, representa una oportunidad para que los líderes mundiales se comprometan a prevenir que los desastres se conviertan en tragedias.
Un promedio de 100 bebés nacen a diario en las provincias ecuatorianas de Esmeraldas y Manabí, las más afectadas por el terremoto de hace un mes, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Según una nota de prensa circulada aquí, el devastador impacto del sismo de 7,8 grados de magnitud en la Escala de Richter representa un gran desafío en el país sudamericano, donde el temblor del 16 de abril dejó más de 650 muertos, sistemas de agua potable destruidos y daños en 33 centros de salud.
"En una región con estadísticas que muestran a uno de cada cinco niños sufriendo diarrea y malnutrición, urge una atención especial a los recién nacidos", precisó el coordinador de Unicef en Ecuador, Grant Leaity.
A propósito del terremoto, el Fondo también advirtió sobre el impacto en la educación, con la destrucción de 560 escuelas.
La respuesta liderada por el Gobierno permitió el retorno a clases del 75 por ciento de los menores de edad, pero unos 120 mil siguen necesitados de un espacio temporal para la educación, precisó la agencia especializada de la ONU.
En ese sentido, destacó medidas como la instalación de áreas para la enseñanza y la distribución de medios escolares para miles de niños en Pedernales y Jama, y los planes de extenderlas a otras zonas afectadas, entre ellas Matal, Chorrera y Muisne.
Más temprano, el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Stephen O Brien, reconoció el trabajo de las autoridades ecuatorianas a un mes del sismo, e instó a la comunidad internacional a mantener la ayuda.
O Brien lamentó la falta de financiamiento para la ayuda solicitada el 22 de abril, cubierta en apenas un 15 por ciento.
Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, envió hoy un abrazo solidario a las familias de las víctimas y a las personas afectadas por el terremoto que devastó la costa noroccidental del país el 16 de abril pasado.
"Hoy exactamente hace un mes nos golpeó la peor tragedia de las últimas 7 décadas. Nuestro abrazo solidario a todas las familias de las víctimas, así como a aquellos que lo perdieron todo en lo material", escribió este lunes el mandatario en su cuenta de Twitter.
Tras agregar que el dolor es inmenso, pero mayor es la esperanza, Correa afirmó que a raíz de la tragedia que dejó 660 muertos, una decena de desaparecidos y casi 30 mil personas sin hogar, los ecuatorianos pueden sentirse orgullosos, pues demostraron, aseguró, que saben unirse por encima de las diferencias.
Un país totalmente distinto al de las estériles discusiones políticas cotidianas, o al de las barbaridades que se publican en las redes sociales, apuntó.
Por último, el líder ecuatoriano anunció que el gabinete ministerial itinerante previsto para celebrarse el viernes próximo en la localidad costera de San Vicente, se trasladará a Pedernales, epicentro del movimiento telúrico que alcanzó los 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter.
Como una muestra aun mayor de voluntad de salir adelante, hemos decidido ir directamente al epicentro del terremoto, es decir, a Pedernales. Estoy seguro que los compañeros de San Vicente sabrán entender esta decisión, escribió Correa en Twitter, red social donde tiene más de dos millones 700 mil seguidores.
Como parte del homenaje a las víctimas del terremoto, está previsto que este lunes se realicen oficios religiosos en diferentes partes de Ecuador, incluidas las zonas devastadas.
Las misas iniciarán a las 18:58, hora exacta en que la sacudida de casi un minuto de duración echó abajo miles de edificaciones en la provincia costera de Manabí y en el sur de la vecina Esmeraldas, donde una vez concluya la remoción de escombros, iniciará la reconstrucción bajo la dirección de un comité liderado por el vicepresidente Jorge Glas.
De acuerdo con datos oficiales, alrededor de 30 mil personas que perdieron sus hogares permanecen en los 19 albergues temporales instalados por el gobierno, mientras otras decenas de damnificados se niegan a alejarse de sus viviendas destruidas y pernoctan en campamentos improvisados.
El sábado pasado, en su tradicional informe semanal de labores a la ciudadanía, Correa ofreció detalles de un programa gubernamental para proveer de viviendas a las cerca de siete mil familias que perdieron sus hogares.
El plan contempla la construcción de casas en zonas seguras por un valor de 10 mil dólares, de los cuales, nueve mil serán aportados por el Estado, y la entrega de bonos de arriendo y de acogida a los núcleos familiares que no deseen permanecer en los albergues.