Bogotá, 7 jun (RHC) A los bloqueos de vías y plantones que acompañan el paro agrario en Colombia podrían sumarse hoy miles de camioneros, quienes exigen el cumplimiento de pactos previos firmados con el Gobierno, entre otras demandas.
En la otra huelga, en la que según anuncios participarán 300 mil trabajadores, los transportistas pedirán mejores fletes, programas sociales para los choferes, rebaja en el precio de los combustibles y seguridad en las carreteras, junto a otros reclamos, comentó Juan Carlos Bobadilla, Secretario de la Asociación de Camioneros, citado por El Portafolio, especializado en asuntos económicos.
No es un problema político, ni de derecha, ni de izquierda, es un tema social, insistió el líder de ese gremio.
El cese de actividades y los probables plantones o desfiles de los conductores complicarían el panorama en las vías del país, taponadas en algunos sitios debido a la protesta de campesinos, indígenas y afrodescendientes iniciada desde el pasado 30 de mayo.
Grupos de labriegos, nativos e integrantes de comunidades afro permanecen concentrados en más de 100 puntos del territorio nacional para demandar igualmente al Ejecutivo que honre sus compromisos, suspenda proyectos mineros en escenarios de prominencia desde el punto de vista ambiental y en otros donde su desarrollo implicará el desplazamiento de miles de familias.
Asimismo solicitan la derogación de la ley Zidres, por considerar que persigue despojar de sus terrenos a cultivadores de escasos recursos, además demandan la revisión de los Tratados de Libre Comercio, rubricados con varias naciones, a los que responsabilizan con la quiebra de pequeños productores.
Tres muertos y cientos de heridos es el saldo preliminar de las manifestaciones que parece continuarán un tiempo más debido al desacuerdo entre las partes, aunque en las últimas horas los manifestantes desbloquearon parcialmente algunos tramos.
Mientras los reclamantes llaman a iniciar nuevamente conversaciones con voceros del Ejecutivo, la actual administración decidió condicionar la reanudación de las pláticas al cese de los bloqueos en las carreteras, los cuales comienzan a causar desabastecimiento de combustible y otros recursos en ciertas localidades por los cortes o interrupciones en las rutas.
En un intento por detener la segunda huelga, el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, subrayó que no es necesario un paro para que los gremios sean escuchados.