La Habana, 27 jun (RHC) El presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, defendió este lunes la aplicación de la pena de muerte en ese país como parte de una campaña destinada a terminar con la violencia.
Durante un discurso en la sureña ciudad de Davao, el mandatario adelantó que cuando asuma el cargo el próximo jueves, centrará su política en combatir la delincuencia.
En este sentido Duterte indicó que cuando se mata a alguien, también se debe morir.
El presidente filipino ganó en mayo las elecciones presidenciales, con la promesa de acabar el crimen, el cual puso en peligro a Filipinas de convertirse en un narcoestado.
Una de las medidas anunciadas por el próximo mandatario contempla la entrega de recompensas en metálico para los policías o agentes que aniquilen traficantes de drogas.
Grupos defensores de derechos humanos expresaron preocupación por esos planes de Duterte, pues ofrecer recompensas por asesinatos de delincuentes fomentará ejecuciones extrajudiciales que podrían conducir a la violencia generalizada y el caos.