Brasilia, 28 jun (RHC) La acusación en que se fundamentó el juicio político en marcha contra la apartada presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó a hacer agua tras conocerse los resultados de una pericia realizada por expertos del Senado Federal.
Hecha a solicitud de la defensa y por orden del titular del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, la auditoría concluyó que el análisis de los datos, documentos e informaciones del Plan Zafra no permitió identificar actos comisivos de Dilma que contribuyeran, directa o indirectamente, a las llamadas pedaladas fiscales, señala Prensa Latina.
Con la pericia del Senado, la acusación hace agua, pues la incompatibilidad de los decretos (promulgados por Rousseff) con la meta fiscal fue resuelta cuando se reajustó la misma, manifestó en declaraciones reproducidas por el diario digital Brasil 247 el diputado federal del Partido de los Trabajadores (PT), Paulo Pimienta.
La Presidenta declaró que el laudo pericial presentado este lunes por tres técnicos de la Cámara alta a la Comisión Procesal corroboró que el proceso de juicio político o impeachment carece de sustento legal.
Para llevarlo adelante debería existir un delito de responsabilidad y el documento de los auditores, cuya composición aprobó el propio colegiado, deja claro que los actos por los cuales fui acusada no caracterizan esa violación, subrayó.
Dilma apuntó además que comenzaron siendo seis decretos (en la acusación original); ahora la pericia dice que son tres y en ninguno de estos fue constatada participación dolosa de mi parte, pues no hay parecer técnico alguno según el cual al firmarlos estaría comprometiendo el cumplimiento de la meta fiscal, remarcó.
En ese sentido, el senador petista Humberto Costa coincidió en que el texto presentado por los peritos evidenció la fragilidad de la denuncia, que ahora se convierte solo en un pretexto para apartar definitivamente de su cargo a una Presidenta electa por el voto de más de 54 millones de brasileños, dijo.
Es bueno recordar que "la base del gobierno golpista (encabezado por el presidente provisional Michel Temer) era totalmente contraria a que se realizara esa pericia" significó.
Por otra parte, también la víspera medios de prensa se hicieron eco de la denuncia del senador Roberto Requiao, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), respecto a la intención de Temer de "comprar" el Senado para garantizar la separación definitiva de Dilma de la Presidencia de la República.
"Es una compra explícita de apoyo", denunció Requiao.
Para que Dilma pierda definitivamente la jefatura del Estado, de aprobarse un parecer en esa dirección del relator de la Comisión Procesal de Impeachment, se requeriría el apoyo de 54 de los 81 miembros de la Cámara alta.
Según dejó entrever en recientes declaraciones el propio Requiao, existe la posibilidad de que unos 30 senadores votaran contra el impeachment de Rousseff (lo cual la devolvería a su puesto), si ésta se comprometiera a convocar a un referendo sobre la posibilidad de realizar nuevas elecciones presidenciales este mismo año.