Islamabad, 9 jul (PL) Pakistán rindió hoy tributo al filántropo Abdul Satar Edhi, quien dedicó su vida a combatir la pobreza en el país a través de su fundación, un símbolo de la solidaridad y del humanismo.
Políticos, jerarcas militares y diversas personalidades, así como decenas de miles de personas se concentraron en el Estado Nacional, en la sureña ciudad de Karachi, para dar su último adiós a Edhi, quien falleció anoche a los 88 años.
Durante las honras fúnebres, su ataúd fue escoltado por una guardia militar que realizó una salva de 19 disparos en su honor.
Él deseaba ser enterrado en la misma ropa que solía usar. También quería donar partes de su cuerpo como sus córneas, afirmó su hijo Faisal Edhi.
Tras su deceso, el primer ministro Nawaz Sharif decretó un día de luto nacional y la concesión póstuma de la condecoración Nishan-i-Imtiaz, el mayor honor que puede recibir un civil en Pakistán.
Pocos hombres han hecho tanto bien y marcado tanto la diferencia en la vida y la subsistencia de los paquistaníes como Abdul Sattar Edhi, afirmó Sharif en un comunicado.
A pesar de su éxito, siempre se mantuvo humilde, vivió una vida sencilla en una pequeña casa apenas lo suficientemente grande para encapsular su enorme corazón, señaló.
"El bienestar social era mi vocación", escribió Edhi en su autobiografía Un espejo para el ciego.
Tras abrir una clínica en 1951, pronto creó albergues, salas de maternidad, morgues y residencias para los adultos con el objetivo de ayudar a los más necesitados.
A diario mil 500 ambulancias de su ONG recorren el país para socorrer a los sectores desfavorecidos.
Su vida de asceta era celebrada en todo Pakistán, donde se le consideraba un "santo viviente" y se le comparaba con Teresa de Calcuta.
Edhi solo tenía dos juegos de ropa y dormía en una habitación sin ventana adjunta a la oficina de su fundación, apenas amueblada.
En 2013 fue diagnosticado con insuficiencia renal y recientemente rechazó una oferta por el expresidente Asif Ali Zardari para recibir tratamiento en el extranjero, al insistir en hacerlo en un hospital público pakistaní.