Santa Clara, 1 dic (RHC) Casi 57 años después de su entrada triunfal en Santa Clara aquel 6 de enero de 1959, Fidel regresó de nuevo a esta tierra, y lo hace como entonces; invicto, victorioso y con muchas metas por cumplir.
Y como no es tiempo para el reposo, llegó Fidel otra vez, en la madrugada de este jueves, hasta el campamento del Héroe de la Batalla de Santa Clara, Ernesto Che Guevara, para reunirse con él y los hombres que lo acompañaron en el Frente de Las Villas y la gesta boliviana, y juntos coordinar ideas y nuevas batallas.
Por esas, y otras miles de razones, este miércoles el pueblo villaclareño acudió de manera masiva para recibir a Fidel, tal como hizo aquel Día de Reyes, no para despedirlo. Lo hizo con la solemnidad y el respeto que merece un hombre de su altura. Lo hizo desde el amor y el arte, en una velada que trascendió, con esa fuerza que guardan la música, la danza y la poesía, los muros de lo invisible, refiere el periódico Granma.
Emocionados estaban los santaclareños al saber que en la base del Conjunto Escultórico estaba el invicto Comandante.
Mas, a pesar de la tristeza, la mayoría concuerda en que el héroe del Moncada, del Granma, de la Sierra, de Girón y otras tantas epopeyas, no se ha ido. Ahora estará en todas partes; donde quiera que haya una causa justa que defender, un peligro que aceche a la Patria, una injusticia que reparar, una misión solidaria que realizar.
Y al igual que el Che, quien estableció su campamento de lucha en Santa Clara, ahora Fidel marcha hacia Santiago de Cuba para fundar allí el suyo, junto a Frank, Abel y otros luchadores, convencido de que aún quedan muchas misiones por cumplir.
La frase pronunciada por un combatiente de la Revolución Cubana, lo resume todo. Si antes éramos invencibles, cómo será ahora que tendremos a Maceo en Occidente, al Che en el centro y a Fidel, junto a Martí en Oriente.
La oscuridad de la noche no pudo impedir que miles de villaclareños se congregaran a ambos lados de la Carretera Central para recibir a su Comandante en Jefe.
Cascajal, Mordazo, Manacas, Santo Domingo, Esperanza, Ranchuelo y Santa Clara fueron colmados por todos aquellos que no quisieron perderse la oportunidad de saludar a Fidel, porque él está y estará más presente que nunca en el actuar de los cubanos.
Este jueves, a las siete de la mañana, la caravana luctuosa continuará su ruta victoriosa hacia el oriente cubano, no sin antes recibir la despedida de los santaclareños, quienes de manera masiva se congregarán para decirle hasta siempre al Comandante.