Maisí, 7 dic (RHC) En medio del amplio y exigente proceso de recuperación de los daños ocasionados por el huracán Matthew en este municipio de la provincia cubana de Guantánamo, un esfuerzo particular se concreta en el fomento de la industria de producción de materiales de la construcción.
En ese sector, de muy limitada existencia en la localidad hasta el paso del meteoro, se acomete un programa inversionista que incluyó el montaje de un molino de áridos en la zona de El Lindero (camino a Punta de Maisí) y los trabajos en curso para la instalación de una planta en Los Arados, destinada a elaborar hormigón. Ambas obras pertenecen a la Empresa Provincial de Materiales de la Construcción, refiere el diario Granma.
Consultado por Granma a pie de obra, Jorge López Morejón, director de mantenimiento de la Empresa Canteras de La Habana, agrega que en la construcción del molino esas empresas recibieron el apoyo de obreros del centro, en tareas como el hormigonado del patio tecnológico y la pintura de la instalación.
Añade que especialistas de Explomax laboraron en la preparación del yacimiento de rocas calizas, el cual se ubica aledaño a la industria y posee reservas para más de 20 años de explotación.
El molino es de tecnología rusa y puede elaborar entre 25 y 30 m³ de áridos por hora; es decir, alrededor de 200 m³ en una jornada de ocho horas, cantidad suficiente para satisfacer las necesidades constructivas del municipio.
La planta trituradora de áridos reviste gran importancia para la recuperación de viviendas en Maisí y, en general, para su programa constructivo presente y futuro.
Este municipio tenía que traer desde Cajobabo, en el vecino municipio de Imías, buena parte del árido demandado, no sin antes vencer, sumando el viaje de ida y vuelta, un centenar de kilómetros por un vial preñado de curvas y peligrosas pendientes, como La Maqueyera, Cantillo y Ovando.
La escasez de ese recurso, por tanto, determinaba que fuese muy pobre la producción de hormigón y de otros elementos de construcción en ese territorio.
Cuando ambas plantas produzcan establemente, es bien probable que, por primera vez en Maisí, se escuchen voces que digan: «Apresúrate, albañil, que se pone dura la mezcla».
Acompañan a esas importantes obras la edificación de cinco pequeños combinados, destinados a producir elementos constructivos y prestar servicios como la reparación de enseres menores y la confección y arreglo de colchones.
Subordinadas a la Empresa Provincial de Industrias Locales Varias, esas minifábricas se construyen en La Tinta, Vertientes, Sabana, Santa Martha y Punta de Maisí, con el interés de que aprovechen en sus producciones los recursos existentes en las comunidades.
Esos centros dispondrán también de un pequeño molino de áridos, como los montados ya en Punta de Maisí y Santa Martha, asegura Celia Creagh Hernández, directora técnica productiva de la recién citada empresa.
De las pequeñas industrias, hasta el momento están concluidas parcialmente las de Punta de Maisí y Santa Martha, donde se producen algunos renglones, resaltando en el caso de la última la fabricación de colchonetas, un artículo de creciente demanda popular tras los estragos de Matthew, puntualiza Ariolkis Matos García, vicepresidente del Consejo de Administración Municipal.
Además del área del molino y la destinada a confeccionar y reparar colchones, poseemos otras dos: una de carpintería, donde hacemos puertas, ventanas, alfardas, alfarjías, tapizamos y reparamos sillas y otra, ubicada en el patio de una vivienda contigua, que se destinará a la producción artesanal de bloques y losas canales para techo, explica Uvelino Blanco Morales, jefe de la instalación de Santa Martha.
Argumenta el también delegado de la circunscripción 23, que especialistas de Santiago de Cuba y de Industrias Locales Varias en la provincia ofrecen asesoría técnica a los trabajadores que se encargarán de producir las losas canales.
En estos momentos, además de la recuperación de viviendas y la agricultura (tareas que más fuerzas y recursos demandan) y del montaje de las referidas instalaciones de la Industria de Materiales de la Construcción, en Maisí se ejecutan otras faenas de resarcimiento de las afectaciones del meteoro; entre ellas, la construcción de las primeras petrocasas en la comunidad de Limones, de varias decenas previstas en el municipio.
A ritmo acelerado y con la participación de brigadas constructoras de diversas provincias, está en marcha, además, el importante vial entre Yumurí y Jobo Claro, con el cual se evitará la circulación de vehículos por la peligrosa loma La Boruga y será posible el tránsito directo de rastras, ómnibus y otros equipos pesados entre Baracoa y Maisí.
Asimismo, fuerzas de Empresas Constructoras del Turismo (Emprestur) de varios territorios del país remodelan capitalmente el hotel Faro de Maisí, en La Asunción, y se proyecta la edificación de una tienda de recaudación de divisas en La Máquina, cabecera municipal.
Pasados apenas unos días del azote del huracán, en el más oriental de los municipios cubanos se instalaron dos gabinetes telefónicos, el primero en Punta de Maisí y el otro en Los Llanos.
Por los graves daños causados, Matthew fue una gran desgracia para Maisí; infortunio que hoy su pueblo revierte en victoria, con el apoyo del país, de las diferentes provincias y de la mano solidaria de la República Bolivariana de Venezuela.