La Habana, 5 may (RHC) Entrega absoluta a la Patria, consagración a las tareas, apego a los principios revolucionarios, amor y respeto a la familia, amigos y compañeros, eran valores que distinguían a los ocho combatientes fallecidos en el accidente aéreo del pasado 29 de abril, y que este jueves fueron resaltados en la ceremonia de honores militares, realizada en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) del Cementerio de Colón, en esta capital.
Junto a los familiares, compañeros y amigos de los caídos en el cumplimiento de una honrosa misión para la defensa de la Patria, se encontraban el ministro de las FAR, general de cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, así como otros jefes y oficiales de las FAR y el Minint, informa el diario Granma.
La tripulación estaba compuesta por el teniente coronel Leonardo Pérez Oliva (ingeniero de vuelo instructor); y los mayores Fidel Hernández Martínez (jefe de la nave), Rafael Torres Muguercia (navegante) y Arturo Fonseca Pérez (ingeniero de vuelo).
Además, el equipo lo conformó una representación de jóvenes, entre los que se encontraban los tenientes Yuliesky Quesada Valera (copiloto) y Miguel Borrero Sánchez (navegante); el subteniente Rubén Lorenzo Martínez, y el segundo suboficial Yuniesky Ramírez Acosta, en el caso de los dos últimos sus honras fúnebres se realizaron, de forma simultánea, en Santiago de Cuba y Las Tunas, sus provincias de origen.
En cada territorio custodiaron los lugares donde reposarán los restos de los ocho compañeros ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, compañeros de sus respectivas unidades militares y familiares.
En Las Tunas, la ceremonia de inhumación se realizó en el Panteón de los Caídos por la Defensa, del cementerio del municipio de Jesús Menéndez —de donde fuera oriundo Yuniesky—, y en Santiago de Cuba en el Panteón de las FAR del Cementerio de Santa Ifigenia. En ambos casos, el pueblo acompañó el tributo, junto a la familia, miembros de sus unidades y oficiales de las FAR.
En las palabras de despedida, en el Cementerio de Colón, el coronel Salustiano Ruiz del Real, segundo jefe de la Fuerza Aérea, afirmó que entre los siete oficiales y el suboficial que conformaban la tripulación, había compañeros con una gran experiencia como instructores de vuelo, con una trayectoria ejemplar en el servicio militar y el cumplimiento de misiones internacionalistas, razones por las cuales fueron condecorados reiteradamente por las FAR y el Consejo de Estado.
Además, dijo que entre los caídos estaba una representación de la nueva generación, con el orgullo de haber participado en múltiples misiones con excelentes resultados.
Cada ceremonia estuvo precedida por la guardia de honor que realizaron jefes y oficiales de las FAR, compañeros de sus unidades, familiares y vecinos.
El lamentable accidente se produjo cuando un avión AN-26 que había despegado a las 6 y 38 de la mañana del aeropuerto de Playa Baracoa, municipio de Bauta, colisionó contra la Loma de la Pimienta, municipio de Candelaria, en la provincia de Artemisa.