La Habana, 15 ago (RHC) Al iniciarse las actividades de la IX Brigada internacional de solidaridad estudiantil, más de un centenera de jóvenes de 30 naciones respaldaron su apoyo a la Revolución cubana y el agradecimiento por el aprendizaje recibido en las universidades de la Mayor de las Antillas.
En esta primera jornada, los estudiantes recibieron la bienvenida por parte de Raúl Abreú, Director del Campamento Internacional Julio Antonio Mella (lugar de alojamiento) y de sus trabajadores, colocaron una ofrenda floral al líder comunista que lleva el nombre la institución, sembraron el árbol de la amistad y disfrutaron de un audiovisual sobre la historia de la ilegal base militar de Estados Unidos en Guantánamo.
Los becarios extranjeros realizarán labores productivas en la agricultura del municipio de Caimito, provincia Artemisa; dialogarán con dirigentes de organizaciones juveniles cubanas; y asistirán a conferencias impartidas por expertos sobre la actualidad en la Isla caribeña.
Del 15 al 21 del actual mes, los brigadistas conocerán acerca de la realidad social en cada uno de sus países, contada por ellos mismos; recibirán datos actualizados de los daños causados por el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba y acerca de las relaciones diplomáticas entre ambos países, hoy en franco retroceso por el discurso retrógrada de su presidente Donald Trump.
En nombre del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, José Prieto Cintado, Director de África y Medio Oriente expresó que esta es una de las brigadas más numerosas, y sin embargo muchos estudiantes quedaron con deseos de asistir pero por un problema de capacidad del campamento hubo que limitarla por cuotas para cada facultad universitaria.
A su vez, explicó acerca de la complejidad del mundo actual con el ascenso de los gobiernos de derecha que imponen un afianzamiento del capitalismo a través de políticas neoliberales, con un enriquecimiento inmediato para las oligarquías y creando un abismo de desigualdades para las clases trabajadoras. “Sólo nos queda luchar por un mundo mejor”, aseguró.
Igualmente recordó el compromiso de estos jóvenes de regresar a sus países de origen para ayudar a los más desposeídos de recursos materiales y a desarrollar las economías para llevar mejor bienestar y calidad de vida a sus pueblos.
Mientras que el dirigente palestino Basil Ismael, miembro del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad pidió aprovechar los conocimientos adquiridos en esta semana de intercambio para sumarlo a las luchas contra el imperialismo opresor, con aspiraciones de erigirse como hegemónico.
Rememoró las acciones solidarias de la Revolución desde antes del triunfo el 1ro de enero de 1959 con el apoyo a la soberanía de los pueblos y mencionó a Puerto Rico, Palestina y el Sahara Occidental que aún se mantienen bajo el dominio colonial y la ocupación territorial.
“Debemos agradecer a Cuba” -dijo el palestino y exhortó a exigir la culminación de las políticas injerencistas y extraterritoriales de Estados Unidos contra Cuba, la desocupación de la base militar de Guantánamo y a acompañar conscientemente las luchas desarrolladas por la Isla caribeña por un mundo mejor.