La Habana, 6 oct (RHC) Con una peregrinación en la capitalina necrópolis Cristóbal Colón comienzan este viernes en Cuba los actos de recordación por las víctimas de la explosión en pleno vuelo de una nave de Cubana de Aviación frente a las costas de Barbados en 1976.
El Crimen de Barbados como es conocido en la historia, sigue hoy sin castigo para sus autores, por lo que estudiantes, trabajadores, deportistas, militares, miembros de la aeronáutica civil y pueblo en general reclamaran justicia por esta acción violenta apañada por Estados Unidos, recuerda Prensa Latina.
En el trágico suceso -ocurrido hace 41 años- perdieron la vida 73 civiles inocentes, entre nacionales y extranjeros.
Entre los pasajeros que perecieron en el abominable atentado se encontraban 24 integrantes de la selección de esgrima de Cuba, quienes compitieron exitosamente en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, certamen con sede en Caracas, Venezuela.
En ese torneo, los esgrimistas de la nación caribeña se proclamaron campeones al adjudicarse los ocho títulos en disputa, por lo que regresaban a casa victoriosos.
El crimen fue organizado en Caracas, Venezuela, por dos terroristas de origen cubano, Luis Posada Carriles y Orlado Bosch (ya fallecido), quienes emplearon a los venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo.
Estos mercenarios apresados y condenados a 20 años de privación de libertadâ' cumplieron la misión de colocar las bombas o C-4 dentro del avión.
Bosch fue arrestado inicialmente y tras presuntos defectos legales quedó absuelto, mientras que Posada Carriles estuvo detenido durante ocho años, en tanto aguardaba una sentencia definitiva, pero logró huir con el apoyo de guardias de la prisión en la que se encontraba recluido.
Desde el primer momento el Gobierno de Estados Unidos obstaculizó la condena del brutal atentado en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, pues ellos habían colaborado con el hecho y el propio Posada Carriles, quien era un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Aunque Cuba no tenía en el momento del hecho pruebas concretas para acusar al Gobierno estadounidense de manera oficial, se demostró la participación de este en unos documentos de la propia CIA, desclasificados en el 2005.
Dichos textos señalaban que la CIA tenía información de inteligencia concreta, en junio de 1976, sobre planes de grupos terroristas cubanos exiliados en la Florida de atacar con una bomba una nave de Cubana de Aviación.
Con la mayor desfachatez, Posada Carriles negó su participación en el Crimen de Barbados, pero se contradijo en el tiempo, cuando ofreció detalles del masivo asesinato en 1994 en su libro Los caminos del guerrero.
Por el dolor causado a los familiares de las víctimas y a toda una nación fue declarado en la isla caribeña en 2010 esta fecha como el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado.