La Habana, 16 ene (RHC) No se puede hablar de la Revolución de 1933 sin citar el nombre de un joven abogado, periodista, poeta cubano, revolucionario, comunista, de pulmones rotos y alma de héroe, llamado Rubén Martínez Villena, quien falleció un día como hoy hace 85 años.
Ya había escrito en un célebre soneto que moriría de cualquier cosa: del hígado, la garganta, el estómago, el pulmón. Y la tuberculosis acabó con su aliento en el sanatario La Esperanza, La Habana, el 16 de enero de 1934, pero fue feliz por no tener deudas con el deber, y a su muerte le faltó verdad, puesto que parafraseando a Martí, pudo cumplir bien la obra de la vida, refiere Juventud Rebelde
Llegó a Santiago de Cuba en 1933, procedente de un hospital antituberculoso de Moscú, donde supo que su mal no tenía cura y partió rumbo a la capital cubana donde tuvo que permanecer clandestino.
Sin embargo, dirigió la Huelga General que derrocó el gobierno del «Asno con garras». Comenzó a escribir sus versos a los 11 años. Luego entró al Instituto de La Habana, donde se hizo Bachiller en Ciencias y Letras en 1916, y en septiembre de ese año matriculó en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana.
Se graduó de abogado en 1922. Enfrentó abiertamente al gobierno de Gerardo Machado y marchó a los Estados Unidos para prepararse en su lucha contra la dictadura. Regresó a Cuba en 1927, y en ese mismo año entró a formar parte de las filas del Partido Comunista de Cuba, hecho que lo hizo renunciar a la poesía para dedicarse completamente a la labor política.
Posteriormente pasó al exilio y viajó nuevamente a Estados Unidos y a la URSS en 1930, año en el que se arrecia la persecución del gobierno de Machado. A los 21 años ya era un reconocido poeta y a partir de 1923 se inició en el camino de la Revolución. Redactó el 18 de marzo de ese año la Protesta de los Trece como representante de un grupo de intelectuales progresistas contrarios a la corrupción del gobierno de turno.
Cae en la cárcel por primera vez y el 1 de abril de 1923 participa en la fundación de una institución revolucionaria cubana. Al morir, sin aire, pero con la patria en su corazón, tenía 34 años. Había nacido en Alquízar, en la actual provincia de Artemisa, el 20 de diciembre de 1899.
(Juventud Rebelde)