La Habana, 18 abr (RHC) El anuncio por el gobierno de EE.UU. de la activación el próximo 2 de mayo del Título III de la Ley Helms-Burton contra Cuba ha suscitado una ola de rechazo en todos los continentes.
Así, la Cancillería británica advirtió este 18 de abril, en un comunicado, que considera ilegal bajo el derecho internacional, esa aplicación extraterritorial pues amenaza con dañar a las compañías del Reino Unido y de la Unión Europea que hacen negocios legales con Cuba.
El texto agrega que el gobierno británico trabajará de forma conjunta con sus pares europeos para proteger los intereses de esas empresas.
Mientras, mensajes de Rusia, China, Bélgica y México llegaron a La Habana condenando el recrudecimiento de la hostilidad de Washington hacia la mayor isla de Las Antillas.
"Reiteramos que estamos en contra de las sanciones unilaterales y que las restricciones solo pueden ser legítimas si están avaladas por la ONU", declaró la vocera de la Cancillería rusa, María Zajarova, a una pregunta de la agencia Prensa Latina, en el V Foro Económico Internacional de Yalta.
Por su parte, China manifestó su oposición a las medidas unilaterales de la Casa Blanca que refuerzan el bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, al enfatizar que constituyen un obstáculo al desarrollo socioeconómico y bienestar del país caribeño.
En tanto, numerosas organizaciones belgas de solidaridad refutaron el anuncio hecho la víspera por el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, de comenzar a aplicar el Título III de la ley Helms Burton, lo cual consideraron una nueva violación del derecho internacional.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México reveló en un comunicado que el Gobierno de ese país lamenta esta nueva decisión de Estados Unidos contra el pueblo cubano.
El Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba (MCSC) también rechazó la escalada agresiva de la administración de Donald Trump contra la Isla.
Igualmente denunció su embestida hegemónica contra América Latina y el Caribe, en correspondencia con la anacrónica Doctrina Monroe y alentada, además, por la alineación y sumisión de los países del hemisferio que integran el denominado Grupo de Lima.
Estas reacciones le siguieron a las de la Unión Europea (UE) y Canadá, que vaticinaron acudir a métodos legales si sufren afectaciones como resultado de la aplicación del Título III.
La medida busca privar a Cuba de la inversión extranjera necesaria para su desarrollo socioeconómico, agrediendo a socios actuales y potenciales.
El acápite de marras permitirá a ciudadanos estadounidenses interponer demandas, a partir del 2 de mayo, contra empresas que hagan uso de propiedades confiscadas después del triunfo de la Revolución cubana en 1959 y quienes 'trafiquen' con ellas. (Fuente: PL)