Washington, 22 may (RHC) La embajada cubana en Estados Unidos seguirá siendo un lugar para promover lazos bilaterales, siempre que nuestra soberanía esté protegida, y donde intercambiar ideas y conocimientos, resaltó el jefe de esa misión, José Ramón Cabañas.
Durante un evento para celebrar el centenario de esa legación diplomática, el funcionario mencionó momentos importantes en la historia del edificio de estilo neoclásico construido de 1917 a 1919, y que se ubica en el número 2630 de la calle 16 de Washington DC.
Ante diplomáticos, congresistas, cubanos residentes en diferentes estados norteamericanos, y miembros de organizaciones solidarias y de grupos favorables al acercamiento bilateral, entre otros invitados, el embajador apuntó que, según el Gobierno del Distrito de Columbia, la legación de la isla caribeña es la que ha permanecido durante más tiempo en su sede original de esta capital.
El diplomático recordó que en 1923 las relaciones bilaterales fueron elevadas al nivel de embajadas, y en ese momento Cosme de la Torriente y Peraza se convirtió en el primer embajador de Cuba ante Estados Unidos, refiere Prensa Latina
El primer jefe de la misión después del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959 fue Ernesto Dihigo, quien presentó sus cartas credenciales en febrero de ese año, pero viajó a La Habana pocos meses después.
Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba el 3 de enero de 1961, y en 1977 se abrieron Secciones de Intereses en las capitales de cada país. El primer jefe de la esa estructura de la nación caribeña en Washington DC fue Ramón Sánchez Parodi.
Cabañas agregó que de 1961 a 1991 el edificio operó bajo los auspicios de Checoslovaquia, y desde esa última fecha lo hizo bajo el paraguas de Suiza, hasta la reapertura de la edificación como Embajada el 20 de julio de 2015, año en que el actual embajador pasó a ocupar ese cargo.
Destacó que durante esta etapa se ha evidenciado el interés en Cuba por parte de la comunidad de negocios y muchos otros sectores norteamericanos, y celebró que tanto en 2017 como en 2018 más de un millón de personas de esta nación, entre estadounidenses y cubanoamericanos, visitaron la isla caribeña.
Resaltó como prueba de ese interés la introducción en el legislativo estadounidense de propuestas para levantar el bloqueo impuesto por Washington al territorio antillano, expandir el comercio agrícola o eliminar las restricciones de viajes.
Esperamos que en algún punto el Congreso escuche a la mayoría de la población de este país a la que le gustaría ampliar los vínculos con Cuba, dijo el diplomático.
Mientras tanto, la embajada de Cuba en Estados Unidos seguirá siendo el lugar donde muchos de ustedes se reunirán, el lugar que promoverá los lazos bilaterales, siempre que nuestra soberanía esté protegida, el lugar donde se puedan intercambiar ideas y conocimientos, manifestó a los presentes.
Ojalá que no tengamos que esperar otros 100 años para normalizar nuestra relación, expresó Cabañas durante la velada en la que músicos de la mayor de las Antillas interpretaron conocidas canciones cubanas, entre ellas la emblemática Guantamanera.
(Prensa Latina)