La Habana, 27 nov (RHC) Estudiantes universitarios y població capitalina marcharán hoy en homenaje a eternos compañeros de aula. Desde la histórica Escalinata de la Universidad de La Habana, recorrerán la calle San Lázaro hasta la explanada de La Punta, donde se levanta el monumento que marca el lugar en que fueron asesinados por el colonialismo español estos muchachos en la plenitud de sus vidas.
Por Alonso Álvarez de la Campa, Anacleto Bermúdez y González de Piñera, Eladio González Toledo, José de Marcos Medina, Augusto de la Torre Madrigal, Ángel Laborde Perera, Carlos Verdugo Martínez y Juan Pascual Rodríguez Pérez, volverán este miércoles los estudiantes a las calles para renovar el juramento de no dejar sin contestar una injusticia como aquella, ni aquí ni en ningún sitio del planeta; y porque quienes se forman o integran el ejército de batas blancas de la Revolución saben que el gran pecado de querer a su Patria constituyó la razón de su destino fatídico, resalta Juventud Rebelde.
Eladio solicitaba a Cerra que, como prueba de amistad, conservara un pañuelo en posesión de Domínguez y que diera a este el que le acompañaba. Anacleto pedía que padres y hermanos se consolaran pronto y entregaran a Lola su sortija y leontina para que siempre se acordara de él. Alonso reiteraba a los suyos un querer entrañable y la fe de ver a los padres en la gloria. Pascual decía a Tula que nunca antes había creído verse en un caso así, porque había sido hombre de orden. Ángel, en el adiós definitivo, afirmaba: muero inocente, me he confesado.
Fueron notas breves las que dejaron algunos de los ocho estudiantes de medicina a sus familiares y amigos, poco antes de morir asesinados aquel aciago 27 de noviembre de 1871. Pudieran parecer líneas aparentemente de poca importancia, ante lo que ya era la muerte inminente, pero no por ello menos dolorosas, y más cuando una escena como esa se recrea en la película Inocencia, ese filme cubano de Alejandro Gil Álvarez, inspirado en uno de los sucesos más horrendos de nuestra historia.
Son esos los ideales, los que cada año inspiran a los estudiantes universitarios y al pueblo a marchar en homenaje a sus eternos compañeros de aula. Desde la histórica Escalinata de la Universidad de La Habana, recorren la calle San Lázaro hasta la explanada de La Punta, donde se levanta el monumento que marca el lugar en que fueron asesinados estos muchachos en la plenitud de sus vidas.
(Juventud Rebelde)