La Habana, 7 may.- (ACN) El Presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó este jueves que “la ciencia cubana no se detiene y sigue aportando” en la batalla que Cuba ha emprendido contra la COVID-19.
Al volver a reunirse en La Habana con el grupo de científicos y expertos que lideran las actividades de ciencia e innovación tecnológica en el enfrentamiento a la pandemia, el Jefe de Estado destacó que cada semana se presentan nuevas contribuciones, que dejarán un saldo muy positivo en el campo de la Salud Pública y en la estrategia de recuperación que se ha planteado la Isla.
En este encuentro — que como los anteriores resultó muy alentador— la doctora Ileana Morales Suarez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del MINSAP, explicó acerca del estudio de prevalencia de la COVID-19, que comenzó esta semana y aportará una caracterización general de la evolución de la prevalencia de infección para SARS-Cov2, posibilidades de nuevas infecciones derivadas de la trasmisión comunitaria y porcentajes de individuos asintomáticos.
La muestra, precisó, incluye 15 provincias, 70 municipios, 260 consultorios, mil 300 viviendas y tres mil 975 personas a estudiar. La directiva del MINSAP actualizó también los resultados parciales en el uso del anticuerpo monoclonal Anti CD6 y el péptido CIGB 258 en pacientes con la COVID-19. Con el primero de ellos han sido tratados 77 enfermos, el 57% ya de alta clínica; y la supervivencia de los graves es del 85%.
El CIGB 258 ha sido utilizado en 31 pacientes, el 42% ha sido dado de alta, y la sobrevida es del 80.6%.
Al respecto de estos resultados, Díaz-Canel comentó el impacto de esta pandemia en el colapso de las salas de terapia intensiva de muchas naciones, lo cual no ha sucedido en Cuba, en buena medida por las investigaciones exitosas de la biotecnología cubana.
En el intercambio con representantes de la comunidad científica, se conoció además de los 22 estudios clínicos y ensayos que se realizan para el enfrentamiento a la COVID-19, situación nunca antes vista en nuestro país. Particularmente, se valoraron los efectos antivirales del CIGB-210 y el CIGB-300 en la infección por Coronavirus, dos prometedoras propuestas.
Asimismo, se informó sobre el comienzo de un proyecto para la atención a los pacientes recuperados de esta enfermedad, la cual puede dejar afectaciones pulmonares.
La directora del Instituto de Hematología e Inmunología, Consuelo Macías Abraham, habló del inicio de una consulta de reclutamiento de esas personas para su evaluación clínica. Los que presenten fibrosis pulmonar serán tratados con células madres autólogas, procedimiento de eficacia demostrada.
A la par, explicó la especialista, continúa la transfusión de plasma de donantes convalecientes a pacientes con infección por SARS-CoV-2, tratamiento con muy buenos resultados.
De ambos casos, Macías Abraham destacó la colaboración y la solidaridad de los pacientes, así como la confianza que ellos demuestran en el sistema de Salud Pública de Cuba.
En esta cita, que ocurre cada semana en el Palacio de la Revolución desde que comenzó la batalla a la pandemia, el doctor en Ciencias Pedro Más Bermejo presentó un estudio del impacto de las acciones del gobierno sobre el tiempo y el tamaño del pico de la enfermedad en el país, que según estimaciones de los expertos ocurrió el pasado 25 de abril, a los 45 días de haberse confirmado los primeros casos en Cuba, con 847 pacientes activos de la COVID-19.
Según detalló el investigador, las decisiones que más han determinado en la evolución de la enfermedad son el cierre de escuelas, la cancelación de eventos públicos, las pruebas diagnósticas, suspensión del transporte público y de viajes internacionales, así como la restricción de movimientos.
De este asunto, el doctor en Ciencias, Raúl Ginovart Díaz, decano de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, presentó las conocidas y ya habituales curvas que continúan mostrando el comportamiento de los casos activos en Cuba dentro del modelo favorable, tendencia que, dijo, esperamos se mantenga así.