La Habana, 22 jul (RHC) Con la llegada de expertos sanitarios cubanos a Montserrat, territorio británico en aguas del mar Caribe, suman 16 las brigadas médicas que en esa zona geográfica prestan su colaboración en el enfrentamiento a la pandemia de la covid-19.
La decisión del Gobierno de la pequeña isla, cuya población apenas rebasa los 5 000 habitantes, no pudo ser más diáfana: «la solicitud se basó en la experiencia del personal médico cubano para hacer frente a desastres y epidemias en todo el mundo».
De esta manera se materializa el acuerdo de cooperación suscrito en fecha reciente entre los titulares de Salud de ambos territorios, el cual establece el despliegue de especialistas de la Mayor de las Antillas en Montserrat por un periodo de tres meses, señala el periódico Granma.
Según el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, la brigada está conformada por 13 expertos: ocho en enfermería y cinco médicos especialistas en Anestesia, Medicina interna, Pediatría, Obstetricia y ginecología, y Medicina general.
Se abre así una nueva puerta a la solidaridad del Contingente Henry Reeve, cuyos integrantes acuden por primera vez a esa tierra ultramarina de Reino Unido en respuesta al pedido de sus autoridades de recibir apoyo médico frente a la pandemia.
Camille Thomas-Gerald, secretaria permanente de Salud de Montserrat, celebró la llegada de los cubanos, quienes, aseguró, reforzarán al personal sanitario de la isla, «que en los últimos meses ha laborado bajo circunstancias extenuantes».
Ante ese ejemplo cotidiano de altruismo diseminado por el mundo, son pocos ya los que se dejan embaucar por las campañas difamatorias del Gobierno de Estados Unidos y sus títeres de turno contra la colaboración médica cubana.
Como mismo ocurre en el Caribe, los primeros en hacer trizas tan viles calumnias son los propios trabajadores de la Salud, quienes en los más recónditos lugares del planeta se dedican a curar enfermedades y a salvar vidas.
Por muchas que sean las vilezas a las que acudan para desprestigiar esa noble labor, la actitud de la Casa Blanca y sus vocingleros peca de infructuosa ante la creciente demanda de los servicios médicos cubanos y de sus novedosos medicamentos.
Prueba de ello es que la brigada recién llegada a Monserrat es la número 44 enviada desde La Habana a 37 naciones que solicitaron el respaldo de Cuba para enfrentar la covid-19, hecho que habla de la confianza en la calidad humana y profesional de sus especialistas.