Céspedes tomó la decisión de iniciar la guerra, dio la libertad a sus esclavos y los convidó a luchar por una Cuba libre.
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La Habana, 10 oct (RHC) El pueblo de Cuba recuerda el alzamiento armado del 10 de octubre de 1868, hecho que marcó el comienzo del proceso independentista en el país caribeño.
El presidente del Instituto de Historia de Cuba, Yoel Cordoví, comentó en exclusiva a la agencia Prensa Latina que ese acontecimiento planteó por primera vez que solo la lucha armada podía dirimir las contradicciones entre colonia y Metrópoli.
“Nace así un proceso emancipador, que está a favor de la abolición de la esclavitud y que ayuda a forjar una idea de Patria grande”, refiere.
Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), quien encabezaba un grupo de conspiradores de Manzanillo (oriente), tomó la decisión de iniciar la guerra, dio la libertad a sus esclavos y los convidó a luchar por una Cuba libre.
Datos históricos reflejan que en esa fecha la población esclava ascendía a más de 300 mil hombres y mujeres, más del 70 por ciento estaba en la región occidental.
Cordoví explicó que posterior a la clarinada del 10 de octubre, ocurrieron otros levantamientos en Camagüey (1868) y Las Villas (1869).
“En occidente hubo algunos levantamientos, pero la presencia del sector integrista, el acercamiento con el centro político-administrativo de España y la ubicación de grandes plantaciones esclavistas obstaculizaban un pronunciamiento radical”, aseguró.
El presidente del Instituto de Historia de Cuba señaló que las experiencias aprehendidas durante los siguientes 10 años influyeron para lograr una concepción nacional de la guerra con la invasión de oriente a occidente en 1895.
En opinión del historiador Fabio Fernández, la agudización de las contradicciones colonia-Metrópoli, la explotación económica, la limitación de derechos políticos y la problemática de la esclavitud son factores que propiciaron el estallido.
El también profesor de la Universidad de La Habana explicó a Prensa Latina que otros elementos internacionales influyeron en el inicio de la guerra.
Fernández consideró que la fecha del 10 de octubre está arraigada en el imaginario de los habitantes de Cuba y forma parte del entramado de representaciones simbólicas que definen a su pueblo. (Fuente: PL)
