La Habana, 12 nov (RHC) El inmenso desafío, incluso la incertidumbre que trajo consigo la COVID-19, no han impedido que el estudiantado cubano aproveche su tiempo, y siga cumpliendo con acuerdos trazados por sus organizaciones y esté ayudando al país en tareas de primer orden.
El chequeo sobre cómo se concretan ideas emanadas de cónclaves de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), corroboró que la fuerza y la valentía de las nuevas generaciones serán siempre vitales.
En reunión dirigida por el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz y el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda, abrió la jornada, a modo de recuento, la presidenta de la FEEM, Yozara Acosta Nápoles.
Ella expresó que los integrantes de la organización estudiantil, con el lema FEEM por Cuba, han participado de «manera activa» en el combate contra el nuevo coronavirus, y que en esta etapa —en la cual han estado presentes 11 prioridades emanadas de la Asamblea Nacional de la organización celebrada en 2017— los jóvenes han llevado adelante tareas de impacto para el país.
Los adolescentes, destacó Yozara, recorrieron Cuba para detallar cómo se implementaría la estrategia pos-COVID- 19; han reconocido a jóvenes destacados en la lucha contra el nuevo coronavirus; siguieron teniendo como asuntos medulares de la agenda de la organización la defensa de la Patria, el trabajo político-ideológico —con énfasis en las plataformas nacidas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación—; y han trabajado, además, en fomentar la memoria histórica, al tiempo de aprovechar cada pedazo de tierra en pos de la soberanía alimentaria.
Cuando se escriba la historia de estos meses tendrá que hablarse de cómo más de 16 600 jóvenes de la enseñanza media lucharon a brazo partido contra la COVID-19; de cómo los estudiantes de 3er. año de Enfermería apoyaron en servicios de hospitales; de cómo se sumaron a pesquisas en la población, limpiaron centros de aislamiento, ayudaron a personas vulnerables, llevaron arte a las comunidades, se integraron a campañas antivectoriales, sanearon playas, o enfrentaron todo tipo de indisciplinas sociales.
«Del inicio de curso: ¿ustedes tienen algún criterio?», preguntó Díaz-Canel a la Presidenta de la FEEM. Y ella, que como sus contemporáneos ha estado inmersa en los días inéditos impuestos por la COVID-19, hizo una valoración que contiene un saldo loable: habló de cómo profesores y estudiantes tomaron conciencia sobre el valor de las medidas higiénico-sanitarias; y mencionó la situación de La Habana, que en algún momento resultó compleja y por la cual se fue estricto con el tema de la disciplina.
En el caso de los estudiantes de 12mo. grado, quienes ya realizaron sus exámenes de ingreso, entre ellos el estado de opinión es favorable, subrayó Yozara, quien, en lo alusivo al otorgamiento de carreras, afirmó que en sentido general el estado de ánimo es de alegría con ese proceso que forma parte del ingreso al nivel superior de la enseñanza.
Como mismo ha hecho la FEU, la FEEM ha trabajado en frentes de impacto, reflexionó durante el chequeo Roberto Morales Ojeda: los jóvenes se enfrentaron, dijo, al nuevo coronavirus y a otras complejidades epidemiológicas como la lucha antivectorial; tomaron parte en el programa por el uso racional de todos los portadores energéticos, y también en la estrategia del autoabastecimiento local o municipal.
En el análisis sobre las tareas desempeñadas por la FEEM en estos tiempos de COVID-19, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, sumó apreciaciones que dan noción de cuán lejos puede llegarse cuando lo que priman son la unidad y la cooperación.
En el caso de la capital, puntualizó, antes de reiniciarse el curso 2019-2020 la familia mostraba muchas expectativas en relación con el cuidado necesario, con que no se produjera transmisión alguna del nuevo coronavirus. Y al cabo de algunos días, apuntó Ena Elsa, son muy aisladas las opiniones que puedan resultar desfavorables; «y eso ha sido posible por el trabajo conjunto de todos en función del cumplimiento de las medidas».
La titular reconoció que en La Habana se hizo un esfuerzo muy grande para lograr que en las escuelas se arreglaran los problemas, no al ciento por ciento porque no se hicieron reparaciones integrales, pero se trabajó de conjunto con otras entidades para que los centros docentes pudieran garantizar la higiene imprescindible. Tampoco faltó la ayuda de los padres y la FEEM también jugó un papel importante.
Es un trabajo que no termina: «Seguimos todos los miércoles chequeando en La Habana la continuidad de lo que se hizo para reanudar el curso», recalcó la titular.
En la capital la asistencia se ha mantenido por encima del 95 por ciento, afirmó. «El día que empezó el curso nosotros visitamos más de 300 escuelas, sabiendo cuáles eran las (…) que siempre tenían mayores dificultades, y todo (lo logrado) ha sido el trabajo conjunto del Ministerio con organismos y organizaciones que nos han apoyado. Tocamos muchas puertas, y las puertas se abrieron, muchos organismos (…) apadrinaron escuelas».
En el resto del país la situación ha sido buena, añadió la titular: «No hemos tenido hasta el momento ninguna transmisión en nuestras instituciones educacionales y eso también habla de las medidas que se han tomado (…). Hemos estado trabajando a punta de lápiz para evitar que se produzca alguna transmisión, y ahí los directores municipales y provinciales han jugado un papel muy importante junto con las organizaciones (…); todo el mundo ha contribuido y esperamos que el curso continúe de la misma manera».
En voz de José Ángel Fernández Castañeda, presidente de la FEU, los participantes en el chequeo pudieron conocer sobre lo mucho que han hecho los universitarios durante estos meses tan difíciles.
Tres frentes esenciales, según explicó José Ángel, fueron atendidos por los estudiantes del nivel superior: la implementación de las medidas higiénico-sanitarias frente a la COVID-19, el trabajo político ideológico y la producción de alimentos. En el primero, estuvieron más de 50 000 estudiantes de Ciencias Médicas, y otros miles de diversas especialidades.
En estos meses los futuros profesionales apoyaron, además, la actividad del transporte público, el ahorro de energía y el mantenimiento de la disciplina social. De igual manera el funcionamiento interno de la organización, y la atención a los acuerdos derivados del 9no. Congreso de la FEU, han estado entre las misiones de primer orden.
La valoración que durante el encuentro hizo el Presidente Díaz-Canel, puede traerse a colación a modo de mirada capsular sobre lo que han sido estos meses en los cuales Cuba y el mundo han estado desafiados por la pandemia: «Cuando hagamos el balance de todos los aprendizajes, las experiencias, los resultados, de las insuficiencias, por supuesto, en el enfrentamiento a la COVID-19, habrá que destacar cómo el país fue capaz, primero, de mantener en brote y rebrote círculos infantiles abiertos sin ningún tipo de problema; y eso tiene que ver mucho con las medidas que se tomaron, con la entrega del personal de esas instituciones, de manera responsable y consciente».
El primer mandatario destacó que «logramos siempre mantener esos círculos abiertos, y un número importante, y no hubo ningún incidente, ningún contagio, ningún niño enfermo; y lo otro es ya después, cuando pasamos a la normalidad, cómo de manera organizada se abrió el curso escolar y llevamos varias semanas de curso en algunas provincias (…) sin ningún tipo de problema, con un buen resultado en los exámenes de ingreso».
El Presidente cubano destacó la responsabilidad profesoral, institucional y familiar, y cómo sí se aprovechó el tiempo, sí se estudió —exámenes con el mismo rigor de otros años, apuntó, han tenido mejores resultados (…), «incluso en primera vuelta estamos superando los resultados que antes lográbamos en dos vueltas—; por lo tanto yo creo que eso es meritorio, eso significa también compromiso social».
Elogió el dignatario que el Estado haya podido mantener en condiciones muy complejas una conquista de la Revolución, una política pública de alto impacto; y por otra, la familia, la sociedad, responden positivamente para que todo ese esfuerzo interconectado sea el que de un resultado que es sostenible en las condiciones que estamos viviendo; «y eso habrá que destacarlo cuando se haga el balance de todo lo que hemos estado viviendo en este año».
(Juventud Rebelde)