Díaz-Canel: insistieron en matarnos; pero nosotros insistimos en vivir y vencer. Cuba Viva saltó por encima de sus propias posibilidades.

Editado por Julio Pérez
2020-12-18 04:56:39

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La Habana, 18 dic (RHC) El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al clausurar período ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular,  afirmó que Cuba se honra al contar en un día como hoy con Gerardo Hérnandez Nordelo como miembro del Consejo de Estado.

Hace un año dijimos 'nos tiraron a matar y estamos vivos', recordó el mandatario. “Hasta que llegó el 2020, un año duro y desafiante como pocos a causa de la pandemia, que cerró de golpe durante meses las puertas a la economía y la vida misma”.

El impacto de la COVID-19 alcanzó momentos insoportables, junto al recrudecimiento del bloqueo. “Ellos insistieron en matarnos, pero nosotros insistimos en vivir y vencer. Es el destino de este pueblo, crecerse con los desafíos”, enfatizó Díaz-Canel.

“Está en la esencia y los genes del cubano. La fuerte identidad del criollo. Está en las sucesivas generaciones que dejaron sangre hasta la victoria”, dijo el mandatario.

El presidente cubano afirmó ante el Parlamento que en estos meses de pandemia “hemos sido testigos de hazañas cotidianas. Hasta los niños lo han sido”. 

“Cada hora de estos meses fue de crecimiento y aprendizaje. Jamás nos acompañó el desánimo. Ese heroísmo nos inspira a más”, dijo y destacó que, con carencias de todo tipo, “los cubanos aceptamos los más duros retos en 2020”.

En ese escenario –prosiguió– “hemos tenido menos comida, transporte, pero también menos contagios, enfermedades y fallecidos. Solo se explica porque hemos tenido más justicia social, más socialismo”.

Resaltó el hecho de que Cuba acumula más de un millón de muestras de PCR realizadas, y reporta una tasa de letalidad de 1.4%, por debajo de las tasas del mundo y las Américas. “Somos de los pocos países que no hemos registrado muertes en niños, embarazadas y personal sanitario”. 

El mandatario recordó que las salas de terapia intensiva no han colapsado y que más de una docena de fármacos cubanos se emplean para tratar a los enfermos de COVID-19. Paralelamente, se ensayan cuatro candidatos vacunales cubanos y la industria nacional desarrolla prototipos de ventiladores mecánicos.

“El talento natural del pueblo y aquella sentencia de Fidel de que seríamos hombres de ciencia y su voluntad de invertir en áreas del primer mundo como la biotecnología nos han permitido estar a la vanguardia”, subrayó.

Sobre la solidaridad ofrecida por Cuba en medio de la pandemia, Díaz-Canel resaltó la labor de 3 000 profesionales cubanos en más de 50 brigadas del contingente Henry Reeve. “Las campañas de difamación no han logrado opacar el agradecimiento que brotó de aquellos que los propusieron al Premio Nobel de la Paz”.

Sin ceder al optimismo, “vamos pasando todas las pruebas de la pandemia gracias al pueblo y a la ciencia”, dijo, y destacó que los aportes de la inteligencia colectiva no se reducen. “Algunas de las mentes más brillantes aportaron desde las plataformas digitales con agudeza crítica. Nunca es poco ni banal lo que se aporta desde el conocimiento y el compromiso con la nación”.

Aprender a tomar decisiones desde los saberes colectivos conduce siempre a los caminos más seguros, manifestó el presidente cubano.

Díaz-Canel comentó que este año de pandemia fue enfrentado con condiciones excepcionales en la economía. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Díaz-Canel comentó que este año de pandemia fue enfrentado con condiciones excepcionales en la economía, en cuyo diseño del plan se había previsto, aun en medio de fuertes restricciones, alcanzar un crecimiento en el entorno del 1%. Pero, “como ha ocurrido también en muchas regiones y países, no ha sucedido”.

Se estima que el PIB de Cuba decrezca 11%. “Cae la economía pero no se detiene”, señaló el mandatario. 

En medio de ese escenario –continuó– se han hecho importantes inversiones en sectores como la vivienda, el turismo y la producción de alimentos, y se puso en marcha la primera bioeléctrica del país.

Igualmente, se aprobaron cinco nuevos usuarios en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que ya acumula 55 negocios desde su inicio en 2013.

Si bien en el contexto que enfrenta el país prevalece la incertidumbre, Díaz-Canel informó que el próximo año se espera un proceso gradual de recuperación de entre 6 y 7%. “Alcanzar este objetivo exige mantener el control de la pandemia”, dijo.

El plan de inversiones se incrementa en 22% e incluye entre las prioridades el impulso a las inversiones en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, el incremento de las ventas de las empresas nacionales a esa área estratégica, y la participación de la industria nacional como proveedor de las tiendas que comercializan productos en MLC.

Con el inicio del ordenamiento en 2021, será decisiva la recuperación gradual de la economía. Para ello se plantean varias prioridades: el desarrollo territorial, el programa para el avance de la mujer, la creación de parques tecnológicos, el vínculo universidad-empresa y el impulso a la producción nacional, destacó Díaz-Canel.

Pese al enorme desafío que han significado la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo, era imprescindible cumplir la tarea del ordenamiento y el cronograma legislativo. 

“La tarea ordenamiento es lo más complejo de los últimos años”, consideró el mandatario, y afirmó que se siguen con interés y respeto las preocupaciones de la población en función de responder a ellas.

Díaz-Canel refirió que existen inquietudes en cuanto a salarios y a la nueva tarifa eléctrica. Sin embargo –dijo–, en el ordenamiento monetario ninguna medida puede verse fuera de un contexto en el que el acceso a los combustibles se vuelve más complejo.

“Se revisará lo que haya que revisar y se corregirá lo que haya que corregir y deba y pueda ser corregido”, aseguró, y reiteró el firme propósito de que nadie quedará desamparado.

El presidente cubano se refirió a las crecientes manipulaciones y presiones sobre el cumplimento del cronograma legislativo que responde a la Constitución, y destacó la aprobación en esta sesión del Parlamento de dos importantes leyes, objeto de ardua elaboración, sobre todo después de un amplio proceso de consulta. 

Con estas leyes se han aprobado un total de 10 este año, en el que la pandemia ha obligado a readecuar el cronograma previsto. “La actividad legislativa no se ha interrumpido”, dijo, y recordó que el Consejo de Estado también aprobó 25 decretos leyes.

Sobre el Código de las Familias, confirmó el empeño de avanzar todo lo necesario pese a las circunstancias actuales. Esta norma requiere de consenso social, y el grupo de trabajo ha realizado una ardua labor en la definición de las políticas fundamentales, señaló.

El jefe de Estado apuntó que la situación de este año obligó a retrasar en el tiempo otras normas, y ratificó la voluntad de contar con todas la normas y evitar cualquier vacío legal.

“Legislar es un acto muy serio y determinante. A nosotros corresponde hacerlo en el menor tiempo, pero siempre bajo la premisa de que somos una Asamblea del pueblo de Cuba y a su demanda y a sus tiempos nos debemos”.

Sobre el escenario internacional, Díaz-Canel comentó que las fortunas más grandes del planeta increíblemente han alcanzado con la pandemia ganancias inéditas. “El impacto general de los desajustes continuará empeorando”.

Para Cuba y la mayoría de los países, se acabaron las reuniones de contacto directo, en tanto se puso en marcha un nuevo modo de implementar la diplomacia, de manera virtual.

Durante este año, la isla siguió desarrollando sus relaciones internacionales, luchando siempre por la paz, la protección del medioambiente, la unidad y la integración de América Latina.

“Demostramos la capacidad de llevar a nuevos ámbitos la solidaridad. Tarde o temprano se escribirá la historia de estos días. Si se narra con honestidad, será improbable quitar el papel de los cubanos que partieron a otras tierras”, afirmó.

Sobre la política hostil de Estados Unidos, Díaz-Canel denunció el impulso de una guerra sórdida con la absurda pretensión de “obligarnos a ponernos de rodillas”.

“Su fracaso es rotundo y notorio”, dijo el primer mandatario al tiempo que señaló sus consecuencias para la economía.

Entre las medidas unilaterales impuestas por el Gobierno estadounidense, mencionó la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, el ataque a remesas, la persecución a las transacciones financieras y la campaña de presiones a terceros países para que se abstengan de la cooperación con Cuba.

“La verdad no puede ocultarse. El bloqueo económico es legalmente insostenible. Ningún gobernante pudiera justificar éticamente que una superpotencia someta durante años a una nación relativamente pequeña”.

Pese a las discrepancias y sobradas diferencias entre Cuba y EE.UU., “esto no le da derecho a ese país a involucrarse en lo que ocurre en este pueblo”. 

El presidente insistió en la voluntad cubana de lograr una relación respetuosa con ese país y dijo que la isla está dispuesta a discutir sobre cualquier tema.

“En lo que no cederemos ni un ápice es en la soberanía ni en la Revolución. Los principios no estarán nunca sobre la mesa”, afirmó.

Díaz-Canel argumentó que Cuba se convirtió en tema de la agenda electoral de EE.UU. “Nos echaron encima con todo tipo de provocaciones mercenarias y huelgas falsas. Y como telón de fondo, acciones terroristas. En pocas palabras, el resumen del golpe no tan blando que se preparó como aguinaldo para Cuba”.

“Bajo ese fuego que pretende distraernos de tareas esenciales, nos toca seguir. No es la primera vez que mienten y presentan al mundo un país distinto al de la realidad. La narrativa es casi novelesca”.

El primer mandatario señaló que en Cuba no hay un Gobierno desconectado del pueblo, sino que mantiene recorridos por provincias y el diálogo con el pueblo y con los que piensan como país.

Planteó la urgencia de promover cambios más profundos, “arrinconar la burocracia y cerrarle los caminos a la corrupción”, así como de exigir que los organismos e instituciones tengan el vínculo real con sus bases y población en general.

¿Por qué han atacado nuestra cultura?, preguntó el mandatario. “En Cuba, cultura y Revolución son equivalentes desde el origen mismo. Apuntar a la fractura de la cultura es apuntar a la fractura de la Revolución y la identidad. Son ellos, nuestros artistas, quienes siempre marcaron los límites de cualquier diálogo con una identidad bien definida. De su genio emergió la nación que defendió su destino”.

El contexto, dijo, es más complejo que nunca y no se puede ser ingenuo. “Hay un enjambre que sigue tratando de que nuestro país se venga abajo. La industria de la contrarrevolución mueve mucho dinero (...) Podemos vencer siempre, y de manera más contundente, con justicia y apego a nuestros principios”.

Por otro lado, dijo, también hay que evaluar las fallas del inmovilismo, y mantener el diálogo con los jóvenes a todos los niveles. “Tenemos el deber y la responsabilidad de atraerlos, estimular su participación y prestar atención a sus propuestas”.

Igualmente, añadió, es prioridad potenciar la economía y lo que tribute a acelerar el desarrollo del país. “No podemos posponer más lo que demandó el pueblo en los congresos del Partido”.

Otra tarea necesaria es enfrentar de manera inteligente la subida de precios. “El egoísmo es una actitud que no prosperará en nuestra patria. Cuba es de todos, han dicho algunos en estos días. Entendamos lo que significa pertenecer a la patria”.

El mandatario cubano manifestó que las organizaciones de masas y políticas están llamadas a ser más activas e influyentes, no solo con los convencidos, “sino también con los apáticos, en los que también tenemos cierta cuota de responsabilidad, a quienes no hemos sabido incorporar”.

Este año, “hemos desarticulado las más adversas intenciones de destruir a la Revolución. Este año nos dio mayores aprendizajes y victorias”, en tanto “el 2021 se nos presenta intenso y retador”, subrayó el jefe de Estado.

“En estos días de fin de año sentimos en lo más profundo la ausencia de voces. Se recuerda a Fidel y más recientemente a Eusebio Leal. Ellos nos recuerdan que todo pensamiento es una semilla. Pensar como país es sembrar y fertilizar el futuro”.

“Siguen existiendo razones para celebrar. Más razones mientras más duras las pruebas. Somos el país que se ha empeñado en resistir las más duras pruebas y ataques. Aquí seguimos viendo, creando, resistiendo y venciendo”, concluyó. Cubadebate)

 


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